María Jesús Ruiz y su aislamiento para poder seguir concursando en «Supervivientes»

María Jesús Ruiz está protagonizando una de las anécdotas de esta edición de Supervivientes más accidentado de las últimas ediciones. En pocas semanas ya ha habido varias bajas, algunas voluntarias, como las de Adrián Rodríguez y María Lapiedra y otras forzadas, como la de Saray Montoya, expulsada disciplinariamente por agresión. La última en sumarse a estas bajas, aunque sea de forma temporal ha sido la exmiss María Jesús Ruiz, a la que un requerimiento judicial la ha obligado a dejar Honduras. Aunque cuando sepa las penurias que han pasado sus compañeros de Supervivientes en medio de las fuertes tormentas llegando al punto de tener que haber sido evacuados para evitar males mayores. 

María Jesús Ruiz está viviendo una supervivencia distinta estos días. La denuncia por malos tratos que interpuso hace tiempo contra su expareja y padre de su hija, José María Gil Salgado y que más tarde retiró, siguió su curso de mano de la Fiscalía y ahora se ha celebrado el juicio. «Me inventé que José María es un maltratador psicológico, fui muy mala», aseguró hace meses en Sábado Deluxe. 

Este martes María Jesús Ruiz y José María Gil Salgado se vieron las caras en el juzgado. Ella llegó acompañada por dos miembros del equipo de Supervivientes, que supervisan que la concursante no rompa en modo alguno el aislamiento al que se ha está siendo sometida para no conocer información del exterior. Por eso llevaba puestos unos cascos para no escuchar ni las preguntas de los reporteros que se agolpaban a las puertas de los juzgados. 

La reacción de María Jesus Ruiz cuando supo que debía volver a España para testificar ante el juez los supuestos malos tratos que había sufrido fue montar en cólera. «Vaya mierda de tío que siempre me está amargando la vida. Maldita sea la hora en la que lo conocí. Si no hubiese conocido nunca a esa persona que feliz sería. He cometido errores en mi vida, pero nunca he hecho daño a nadie, solo a mi misma con mis errores», vociferaba. 

Las medidas de aislamiento de María Jesús Ruiz pasan por no tener ningún tipo de contacto con el exterior y permanecer vigilada las 24 horas del día para que mantenga unas condiciones lo más similares posibles a las de su compañeros en Supervivientes. También tiene racionada la comida, para que tampoco vuelva con más fuerzas físicas que ellos. María Jesús Ruiz afronta además esta semana su nominación en el programa, por lo que no se sabe como reaccionará la audiencia a su visita relámpago a España, por mucho que fuese un juez el que se lo exigiese.