«Gran Hermano VIP»: Laura Matamoros y Carlos Lozano, finalistas

La audiencia decidió que los expulsados de la noche fueran Rappel y Laura Campos


Redacción

Gran Hermano VIP ya tiene finalistas. Y son dos de los concursantes más polémicos. Laura Matamoros, hija del colaborador de televisión Kiko Matamoros, y el presentador Carlos Lozano, que han conseguido convertirse en los únicos que llegarán al final de esta edición del programa después de la doble expulsión de la noche del jueves, que acabó con Rappel y Laura Campos saliendo de la casa de Guadalix.

Después de 91 días entre las paredes de la vivienda catódica, Jordi González anunció, pocos minutos del comienzo de la gala de Gran Hermano VIP, la primera expulsión de la noche, la de la exconcursante de Gran Hermano 12 Laura Campos. Y el presentador no esperaría mucho para dar la segunda mala noticia de la noche: la salida de la casa de Rappel, que había sido durante buena parte del programa uno de los favoritos en las quinielas de los habitantes de la casa.

Finalmente, los espectadores de Gran Hermano VIP decidieron que quienes participaran a la gala final del próximo jueves sean dos de los personajes más polémicos de esta edición: Carlos Lozano y Laura Matamoros, a pesar de que el programa intentó hacerles creer que uno de los dos no pasaría de la gala de ayer.

Carlos Lozano empezó con fuerza en Gran Hermano VIP, envuelto en una polémica en la que sus compañeros le acusaban de ser el responsable de la evaporación de la ginebra que habían guardado en la nevera para cocinar. Indignado, Carlos comenzó una de las primeras grandes trifulcas de la casa.

Pero los problemas no acabaron ahí ni mucho menos. Tal era el rechazo que suscitaba entre algunos concursantes que dos de sus compañeras, Charlotte y la gallega Belén Roca, llegaron a restregar su cepillo de dientes por la taza del váter, una asquerosa broma que les valió una sanción por parte del programa.

Pero Lozano, odiado por muchos de los habitantes de la casa y por parte de la audiencia, también se ganó a los espectadores por su carácter polémico y sus constantes soliloquios, que hacían cómplice a la audiencia de todos sus movimientos.

Laura Matamoros no fue menos polémica. Entró con una tensión añadida, ya que otro de los concursantes era Javier Tudela, hijo de la nueva mujer de su padre y con el que no tenía buena relación.

Tan deslenguada y sincera como Carlos Lozano, en los últimos días en Gran Hermano VIP el personaje de Laura se rebozó de más polémicas con comentarios diversos que indignaron a buena parte de la audiencia.

Uno de los más recientes sucedió cuando Laura silbaba y tarareaba, pese a las críticas y quejas de sus compañeros, el Cara al Sol, himno de La Falange, aunque se acabó disculpando.

Pero sus declaraciones incendiarias no acabaron ahí. Ya cerca de la final, y después de decir que no se creía que el hombre hubiera pisado la luna, Laura Matamoros aseguró que en caso de ganar Gran Hermano VIP, preferiría destinar el premio a la investigación en el espacio que al tercer mundo, lo que le valió críticas de falta de solidaridad y clasismo.

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