La princesa Charlotte es uno de los principales focos de atención de la familia real británica en cada salida o acto familiar que hacen. Tras años de cierta crisis en la familia real británica, con el tormentoso divorcio de Carlos y Diana, las graves acusaciones de infidelidades, y el carisma que logró Lady Di convertida en princesa del pueblo. Su muerte provocó un auténtico tsunami en la casa real, y puso en un auténtico trance a la reina Isabel II, que finalmente tuvo que rendirse a los deseos de un pueblo que había perdido algo bastante parecido a su reina. La irrupción de Camila Parker, convertida ahora en duquesa de Cornualles tras su boda con el príncipe Carlos, fue paulatina, y la ciudadanía fue reconciliandóse poco a poco con su familia real. Han pasado más de 20 años, y ahora, los hijos de Diana, que han luchado por mantener vivo el recuerdo de su madre, son los verdaderos protagonistas de una monarquía con una longeva reina y sin un claro sucesor. Hay quien piensa que Carlos nunca subirá al trono, y que abdicará en favor de su hijo William, pero nada es seguro en estos casos. Así que William y Harry y sus respectivas familias han irrumpido como una nota de frescura. Es ahí donde entran en juego sus esposas, Kate Middleton y Meghan Markle, y los hijos de la primera, George, Charlotte y el pequeño Louis, que centran las miradas de todos los actos a los que acuden. 

La princesa Charlotte es una niña de tres años pizpireta y muy curiosa, que cautiva a la prensa por sus gestos. Pero hay un detalle que no ha pasado desapercibido para muchos. ¿Por qué los vestidos que su madre elige para ella son casi siempre muy parecidos? En las últimas ocasiones en las que se la ha visto ha lucido vestidos de nido de abeja, con flores y en tonos azules. El periódico británico Daily Mail, ha preguntado a varios expertos en protocolo sobre este detalle que a pocos se les ha escapado. La diseñadora Rachel Riley, apunta que se trata de una estrategia por parte de Kate Middleton de escoger ropa «atemporal», sin guiarse demasiado por las modas, y clásica. La experta en moda Holly Peacock va más allá y asegura que se trata de una manera de desviar la atención de los pequeños y que no se conviertan en creadores de tendencias cada vez que se les ve en público. Y eso es algo que Kate Middleton sabe bien. Las dos últimas ocasiones que apareció en público con vestidos de Zara provocó que se agotasen a las pocas horas.