Davide Morana logra las prótesis después de perder sus cuatro extremidades

Este joven hizo pública su lucha por conseguir unas prótesis que le ayudaran a recuperar su vida. A sus 24 años, Davide Morana contrajo una meningtis que lo llevó al borde de la muerte. Él sobrevivió pero tuvieron que amputarle los brazos y las piernas.

Desde ese momento comenzó una campaña para pedir la ayuda de todos con un objetivo: conseguir unas prótesis adecuadas a su estilo de vida, que le permitieran recuperar su independencia y que no generen nuevas patologías.

Ahora las ha conseguido y él mismo ha compartido en su cuenta de Instagram sus primeros pasos. 

En la página web  www.davidemorana.com se cuentan todos los detalles de su historia. Un día se empezó a encontrar mal pero en urgencias le diagnosticaron gripe. Cuando volvió al hospital entró en fallo multiorgánico con muy pocas posibilidades de sobrevivir. «Tras una semana en coma inducido, empezó a despertar. Maravillados, descubrimos que su cerebro estaba intacto. Nos reconocía, se acordaba de todo, se movía e intentaba hablar, aunque su voz aun no sonaba por la respiración asistida y más tarde por la traqueotomía. Pero no todo eran buenas noticias. Los riñones no funcionaban y las manchas moradas se habían convertido en algunas zonas en grandes ampollas que explotaban y rompían la piel, en otras partes en grandes placas negras. Empezaron diciendo que habría que amputar los dedos de manos y pies, pero que el resto de su cuerpo no estaba en peligro. Sin embargo, la necrosis avanzó y hubo que actuar con rapidez», así se cuenta en su página web.

¿Cómo reaccionó él a todo esto? Con una sonrisa. «Davide estuvo ingresado durante 87 días, desde mitad de enero hasta principios de abril. Y a pesar de todo lo sufrido, confiesa que no consigue ser negativo, que solo puede sentirse agradecido por estar hoy aquí. Y es que Davide ha hecho fácil lo (extremadamente) difícil. Desde la camilla, de camino al quirófano para ser amputado, nos guiñaba el ojo, lanzaba besos y nos sacaba la lengua. Sus bromas ''hoy he dormido a pierna suelta'', ''te daría un apretón de manos pero no me quedan'', nos hacían morir de la risa. Ha hecho grandes amigos en el hospital y ha contagiado su buen humor y sus ganas de vivir a todo el personal.»

Las fotografías que se pueden ver en esa misma página web se dividen en dos grupos: antes de la meningitis y después. «Siempre feliz», apuntillan.