«La Voz»: Así son los cuatro finalistas

Todo lo que tienes que saber de Mario, Carlos y las gallegas Irene Caruncho y Thais Rudiño

Irene, Carlos, Thais y Mario
Irene, Carlos, Thais y Mario

Irene Caruncho, Thais Rudiño, Mario Jiménez y Carlos Torres. Cuatro voces que, a lo largo de tres meses de concurso, se han desprendido de las otras 61 restantes que el 21 de septiembre partieron, junto a ellos, de la misma línea de salida. La meta: la final de este miércoles. Así son los finalistas y así ha sido su paso por La Voz.

Irene Caruncho

De la cedeirense han dicho que es la «Adele de España», la nueva Rosa López e incluso, palabras textuales de Malú, que tiene muchas posibilidades de ser la primera mujer que gana La Voz. En ningún momento Irene Caruncho pasó desapercibida. Llegó, cantó y besó el santo. Su primera interpretación, una versión de Run de Leona Lewis, impactó de tal manera a los cuatro coaches que en cuestión de segundos los pulsadores comenzaron a echar fuego. No le faltaron pretendientes, todos intentaron llevársela al huerto -«Eres un bicharraco. Estás masterizada. Llevas algo en la voz y en el corazón cuando cantas», le suplicó Malú-, pero solo esta consiguió el beneplácito de la gallega. 

Estudiante de Turismo, Irene Caruncho se considera una persona «segura, extrovertida y muy simpática». En Ferrol no es ninguna desconocida, ni lo es ahora ni lo era hace tres meses, antes de asomar en el escenario de La Voz.

Junto a su novio, que la acompaña como guitarrista, Irene Caruncho se había subido ya a más de un escenario y en Youtube uno puede encontrar, sin mucho esfuerzo, vídeos anteriores a este otoño que dan fe de su impresionante talento vocal. 

Ya en las semifinales, Irene Caruncho consiguió que el público presente en la gala se pusiese en pie y corease «¡Irene ganadora!» tras su interpretación de la célebre canción Let It Be, que versionó adaptándola perfectamente a su voz.

Para la final, Caruncho ha escogido I have nothing, de Whitney Houston.

Thais Rudiño

La otra gallega a la puertas de la gran final de La Voz es Thais Rudiño. También sus cuerdas vocales dieron con el resorte que hizo saltar en sus asientos a los cuatro coaches y, rápidamente, se apresuraron a aporrear el pulsador para ponerle sus camisetas. La amiense se inclinó por Alejandro Sanz, pese a la insistencia de Melendi, y desde el principio tuvo claro hasta donde quería llegar: de la fase de los directos hacia arriba.

Thais Rudiño ya había intentado colarse en las listas de La Voz la edición pasada, pero la suerte no le acompañó entonces. El suspense también ha formado parte de su paso por el programa esta vez. A un empujón de la semifinal, su mentor, incapaz de escoger, dejó en manos del público la decisión: el respaldo a la gallega fue aplastante después de su interpretación del Higher de Rihanna. Llena de emoción, aprovechó el momento para acordarse de los suyos: «¡Qué viva a miña terra!», exclamó.

A Thais Rudiño no le faltan ganas de hacerse con el premio y así lo aclaró en sus redes sociales, después de que un malentendido, tras asegurar que se sentía ganadora, pusiese en pie de guerra a sus seguidores. «Ha llegado a mis oídos el rumor de que 'no quiero ganar La Voz', mediante gente que se ha sentido ofendida al escuchar esto, después de todo el despliegue de esfuerzos que han hecho», publicó en su perfil de Facebook. «Deciros que es ¡mentira! que tod@s queremos ganar! El hecho de que nos sintamos ya ganadores/afortunados de haber llegado hasta aquí, no quiere decir que ya pasemos de todo y nos resbale (...). Lo que tampoco estoy haciendo, ni quiero, es 'llorar' votos. Yo estoy encantada con todo el cariño que estoy recibiendo y eternamente agradecida. Apoyad a quién os encienda el pelómetro, quién os guste, o porque sí y punto. Paz, amor y rock'n'roll», se desahogó.

En su última actuación antes de la gran final, Thais Rudiño deslumbró con su voz rockera y potente al público, en pie y a voz en grito coreando su nombre. Esta noche, se subirá al escenario para interpretar I don’t wanna miss a thing, el mítico éxito de Aereosmith.

Mario 

La primera vez que Mario probó suerte en La Voz, los coaches lo compararon con Bisbal y la cosa no cuajó. Pero a veces ni siquiera hay que esperar a la tercera para dar la campanada. En su segundo intento, el joven de las Palmas de Gran Canaria consiguió meterse en el concurso, apadrinado por Melendi. «Eres la persona a la que más tranquila he visto y creo que tienes un hueco en mi equipo», le dijo el coach tras escuchar su interpretación de la balada de Luis Fonsi Sería fácil.

A sus 19 años, Mario es uno de los concursantes que mayor seguridad han demostrado sobre el escenario de La Voz. Fiel a su estilo, en los directos escogió la canción lenta Recuérdame, de Pablo Alborán, con varios giros melódicos. «Quiero demostrar que Melendi no se ha equivocado al mandarme a los directos», dijo antes de su actuación. Dicho y hecho, en aquella gala se perfiló como uno de los candidatos a llegar lejos en el concurso. 

Gala tras gala, Mario fue salvándose de la expulsión hasta conseguir colarse en la semifinal. En esa ocasión cantó La última noche y fue escogido finalista por Melendi y por el público, que lo eligió con un 129 % frente al 71 % de su oponente, Sahra Lee.

En la gala previa a la gran final, el canario escogió otro tema de Luis Fonsi, Yo no me doy por vencido, con la que hizo gala de una perfecta afinación y, de nuevo, una gran seguridad sobre el escenario. Al terminar, Jesús Vázquez aseguró que la canción le venía «que ni pintada». «Él nunca se dio por vencido. El año pasado no lo consiguió, no se dio por vencido, volvió y aquí está», señaló el presentador. 

Su voz, pero también su juventud y su carisma, son los puntos fuertes de Mario para convertirse este año en La Voz.

Carlos

Te espero aquí fue la canción con la que Carlos Torres podría convertirse en el nuevo ganador de La Voz. El pupilo de Manuel Carrasco es otro de los finalistas que han conseguido emocionar al público a lo largo de todo el programa.

Hay quien da por hecho que el sevillano se hará con el triunfo por su estilo aflamencado, que suele cosechar los mayores éxitos del programa. Los vídeos de Internet en los que aparece tocando canciones de Alejandro Sanz o Manuel Carrasco solo con su guitarra levantaron pasiones desde el principio.

Carlos consiguió que los coaches hiciesen girar su asiento en la audición a ciegas con una más que digna interpretación de A que no me dejas, de Alejandro Sanz. Precisamente este último fue el único que no presionó el pulsador, por lo que se disculpó con el sevillano. «Es una lástima que haya cerrado el equipo porque tienes algo en la voz y has hecho una versión tan bonita y con tanto corazón... Yo siempre digo que los que tienen ese algo diferente son para mí los loquitos», le dijo el coach.

En los directos escogió Corazón hambriento, de India Martínez, un tema con el que se llevó la ovación del público y se ganó la simpatía de la audiencia. Después de muchos nervios y de ver cómo iban cayendo muchos de sus compañeros, Carlos Torres llegó a la semifinal.

Se enfrentaba a un momento decisivo en el programa, por lo que le vino de perlas volver a interpretar una canción de Alejandro Sanz, esta vez No me compares. Y consiguió ser uno de los cuatro finalistas. Tanto su coach, Manuel Carrasco, como el público decidieron que debía ser él uno de los cuatro candidatos a ganar el concurso.

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