Irene Caruncho afronta enferma la final de «La Voz»
La joven cedeirense se convirtió en la gran favorita desde el inicio del programa, pero esta noche tendrá que salvar algunas dificultades
La primera vez que Irene Caruncho se subió al escenario de La Voz ya demostró su sobrado talento. Su chorro de voz y su dulzura conquistaron a los coaches, y triunfaron entre los que veían el programa al otro lado de la pequeña pantalla. Lo hizo sin apenas despeinarse. Y hoy, tres meses después, Irene Caruncho se subirá al escenario de La Voz una noche más para dejar constancia de lo que la ha convertido en una de las grandes favoritas para ganar el programa de Telecinco. Pero lo hará con alguna dificultad. Porque ella misma ha asegurado en su perfil de Twitter que esta noche tendrá que ponerse encima del escenario con su garganta como su peor enemigo. Según publicaba la gallega en su cuenta de la red social, esta noche irá a la final de La Voz con amigdalitis y una inflamación en el oído.
Porque si algo le sobra a Irene Caruncho es talento. Muchos ya lo dijeron el primer día. Ella puede convertirse en la primera mujer que gane La Voz.
Irene Caruncho está a un paso de convertirse en la primera mujer que conquiste el título de La Voz. Cuenta con el favor del jurado, el cariño del público y una voz casi prodigiosa. Esos son los tres ingredientes que esta joven cedeirense pondrá en la final de La Voz.
Irene Caruncho puede ser La Voz de España. La joven de Cedeira deslumbró desde el minuto uno a coaches y espectadores cuando interpretó Run y a los pocos segundos de comenzar a cantar ya se colaba entre los trending topics de Twitter. Irene Caruncho estudia Turismo y se define como «segura, extrovertida y muy simpática».
Esta joven cree que su voz es «fuerte y potente» y su mayor virtud como artista es que transmite cantando. Además asegura que el rasgo que más le gusta de su personalidad es que «aunque esté nerviosa siempre conserva la calma y la tranquilidad». Ha cantado en algunas ocasiones en bares de la zona donde vive, junto a su novio, que la acompaña como guitarrista, y se quedó fuera el año pasado en La Voz.
En una entrevista en Telecinco Irene Caruncho confesó quién es la persona a quien más admira, el guitarrista Buckethead, que toca con una máscara.
¿La nueva Adele?
Los más osados compararon desde el principio del programa a Irene Caruncho con Adele, la portentosa voz del pop británico. Otros van tres lustros atrás en el tiempo e incluso le ven cierta semejanza a Rosa López, la ganadora de OT, que pese convertirse en la primera finalista de su edición, no ha logrado el éxito de otros compañeros como David Bisbal o David Bustamante. Su imagen se aleja además del prototipo de artista que parece primar la industria discográfica, ya que ella es una joven normal con una tremenda voz y un talento indiscutible.
Pero que la comparen con Adele no es algo casual, en varias ocasiones Irene Caruncho ha cantando temas de la artista británica. Además las dos tienen la piel clara y unos ojos azules que llaman la atención.
El lastre de ser la favorita
Telecinco, sabedora del potencial de Irene Caruncho, usó su actuación como parte de la promoción de uno de los programas. Los cuatro coaches además se pelearon porque se uniese a su equipo, aunque ella finalmente optó por Malú.
«La Voz lleva cuatro ediciones con esta, mira que he escuchado voces grandiosas aquí, pero desde el momento en que tú has abierto la boca, a mí se me han puesto los pelos, no ya del brazo, de todo mi cuerpo, de punta», le dijo Malú en su momento. «Te lo digo con el corazón en la mano. Eres un bicharraco. Estás masterizada. Llevas algo en la voz y en el corazón cuando cantas. Te lo ruego: vente a mi equipo, que ganamos La Voz. Te lo pido», le suplicó Malú.
Los otros tres coaches intentaron conquistar también a Irene Caruncho. Alejandro Sanz le dijo que tenía «una de las voces más especiales que había escuchado» en su vida, una «voz única». Le aseguró que era «una gran artista» y que podía ganar La Voz.
Los coaches hicieron guiños a Galicia para intentar ganarse a Irene Caruncho: «Mi abuelo era gallego», le dijo Alejandro Sanz; «A mí me encantan los percebes», le soltó Malú; «Tú y yo somos primos hermanos. Los gallegos y asturianos somos primos hermanos», aseguró Melendi.
Una auténtica pelea de coaches por llevarse a Irene Caruncho a su equipo. «Hablando de lo del planeta, me gustaría habitar en tu galaxia, toda la vida», le soltó Manuel Carrasco. En esa guerra todo valía para hacerse con la joven de Cedeira. Al final Irene Caruncho eligió formar parte del equipo de Malú. Ambas se fundieron en un fuerte abrazo mientras la cantante le volvía a repetir que lo suyo «no es normal».
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Que los propios coaches la señalen como gran favorita puede convertirse en un lastre para Irene Caruncho, otros que también eran grandes favoritos terminaron por quedarse a medio camino en el concurso y no sería justo para el talento y la poderosa voz de la joven cedeirense.
Un soplo de aire fresco
La irrupción de Irene Caruncho en La Voz supuso un soplo de aire fresco y casi una excepción en un programa que arrastra ya muchas ediciones. En la era de los realities y la televisión low-cost, los espacios de talentos han terminado por cansar al telespectador, que aunque los sigue parece haberse curado de espanto ante los acuden a demostrar que son los mejores.
Antes que La Voz ya existió Operación Triunfo, que acaba de celebrar su quince aniversario, y programas como El número Uno, Factor X o Tú sí que vales, formatos todos ellos muy parecidos en los que desconocidos intentaban probar suerte demostrando que eran un diamante por descubrir.
Por eso la irrupción de Irene Caruncho, que se aleja además del tipo de música que ha hecho ganadores a sus antecesores. La excepción es Rafa Blas, ganador de la primera edición de La Voz, pero David Barrull y Antonio José se acercan más al pop y al flamenco, en parte también por la influencia de los coaches y, en general, de la industria discográfica, que busca productos que lleguen a la mayor parte del público.