El emotivo reencuentro de la gallega Ketty con su madre en «MasterChef»

MasterChef optó anoche, ya con el campo abierto para ser líder de audiencia, una vez finiquitada la úlitma y exitosa edición de Supervivientes que hace dos semanas trajo por el camino de la amargura al resto de cadenas por sus contraprogramaciones de última hora, por su programa más emotivo y lacrimógeno. Y no solo por la despedida de Sofía, la alcaldesa que vio como un cocinado funesto y paralizarse en la prueba de exteriores la colocaba de patitas en la calle a las puertas de la semifinal. No, MasterChef fue mucho más y con otros protagonistas. Una de ellas fue Ketty, la cubana afincada desde hace años en Pontevedra, ciudad a la que llegó por amor. La concursante ha demostrado en numerosas ocasiones que es una de las favoritas para alzarse con el premio final de MasterChef, siempre que Oxana y Marta se lo permitan, ya que en la recta final del concurso (la próxima semana afronta ya sus semifinales), la competencia es ya fraticida.

Porque MasterChef vivió en su último programa la noche de los reencuentros, todo un clásico del programa que normalmente se produce en la recta final del concurso, cuando los aspirantes a cocineros llevan ya semanas aislados y sin saber nada de los suyos, y el reencuentro es ya un mar de lágrimas y emociones. Así fue. Y uno de los más emotivos fue el protagonizado por la gallega de adopción (que ya se sabe aquello de que uno no es de donde nace, más bien donde pace), Ketty, que se reencontró con su madre llegada de Cuba. La concursante comenzó a llorar de la emoción al ver a su madre, mientras los jueces y Martín Berasategui intentaban contener las lágrimas ante el emotivo reencuentro. «Es la última persona que me imaginaba que podías venir aquí», decía Ketty mientras abrazaba a su progenitora. «¡Pero cómo voy a poder cocinar así ahora!», exclamaba Ketty. «Ahora mejor que nunca», le animaba su madre. Pepe le preguntaba cuanto hacía que no veía a su madre. «Casi un año», aseguraba, volviendo a darle las gracias al programa. «Es un regalo de verdad, pensar en la idea de ir a buscar a mi madre, es superbonito», insistía una emocionadísima Ketty.

Pero no solo hubo lágrimas en el reencuentro entre Ketty y su madre. Marta lloró al ver a su novio, Toni se emocionó al recibir la visita de su mujer y su hijo, Sofía al cocinar junto a su padre, al igual que Dani que también pudo abrazar a su progenitor y Oxana protagonizó divertidos momentos junto a su hija.