«Gran Hermano 16»: Todo lo que Raquel le chivó a Suso en la hora sin cámaras
Tienes que verlo
La repescada y el catalán disfrutaron de una cena romántica y 60 minutos a oscuras. Al salir del apartamento, él manifestó que nominaría con tres puntos a Sofía
03 Nov 2015. Actualizado a las 21:22 h.
Para aliñar un poco la edición, algo decaída tras la expulsión de Maite y Raquel, Gran Hermano 16 tiró de comodín: convocó una repesca en la que participaron los cuatro primeros expulsados. La navarra, la extremeña, Muti y Enrique fueron enclaustrados en un apartamento vecino a la casa de Guadalix -Ivy fue excluida, sin explicación alguna, de esta segunda oportunidad de hacerse con el maletín- y el público, tras descartar a los dos chicos, tuvo que escoger entre las dos concursantes más polémicas de la entrega actual del reality. La elegida fue Raquel, quien antes de abandonar el programa mantuvo una fugaz relación con Suso. No fue la primera opción del catalán. Antes, el motero había jugueteado bajo el edredón con Sofía. Todo un culebrón. Gran Hermano puro y duro.
El caso es que la audiencia, hambrienta de morbo y aburrida de la panda que este año pernocta en la sierra madrileña, se dejó su tiempo y sus ganas -no sus ahorros, esta vez, que votar para la repesca fue gratuito, cortesía de Telecinco- en posicionarse en una pelea de gatas en la que finalmente ganó la enamorada y no la suegra. De Suso, claro. El gran protagonista de Gran Hermano 16. Raquel, que en el origen de los tiempos no parecía muy convencida con este tipo, se dió cuenta tras cruzar la puerta en dirección salida que se había colado por sus huesos. O eso dijo. Retornó a la casa dispuesta a hacérselo saber. A poner toda a carne en el asador. Y, de paso, a cantarle las cuarenta a su archienemiga Marta, con quien tuvo gresca nada más entrar.
El reencuentro entre Raquel y Suso en la última gala de Gran Hermano 16, la de Halloween, no fue lo esperado. No, al menos, lo que esperaba el público y menos lo que ella se había imaginado. El aspirante a asistente social penitenciario le recibió frío y apagado mientras ella se deshacía en mimos y abrazos. Aún así, los besos no se hicieron esperar. Esa misma noche, la fisioterapeura le confesó cuánto había pensado en él fuera de la casa, le aseguró que no había tenido ningún escarceo con ningún otro chico -a pesar de que en el Debate del domingo Ares Teixidó aseguró que la repescada se había enrrollado con un colaborador del programa- y le reveló que temía que se liase con Sofía de nuevo. Suso se apresuró a pedir vez en el confesionario y, una vez dentro, le pidió al Súper una hora sin cámaras.
El deseo de Suso, del que nada sabía Raquel, le fue concedido este fin de semana. Pero los tortolitos de Gran Hermano 16 no atravesaban su mejor momento cuando la organización informó a la extremeña de que en el apartamento contiguo le esperaba, a petición del catalán, una cena romántica, una cama y 60 minutos de oscuridad. Esa misma mañana, una mala contestación de Suso delante de Sofía sacaba a la cacereña de sus casillas. La discusión evolucionó a un cruce de descalificaciones -«eres un niñato», «no me vengas con tonterías porque eres una pureta»-, algún que otro zarandeo y un tajante «Tú y yo hemos terminado» pronunciado por Raquel.
Pronto se le pasó el cabreo -«edredoning» mediante-. Mientras Gran Hermano 16 le comunicaba el plan nocturno, Suso recibía un especial regalo de su madre. Emocionado por el detalle -a todos los concursantes les llegó algún obsequio de sus familiares-, el de Barcelona no se mostró especialmente ilusionado con la hora sin cámaras, una decepción que pronto disipó Raquel. No como imaginan -que también-, sino aprovechando el momento de intimidad para darle rienda suelta a su verborrea y facilitarle a su compañero de concurso (todavía más) información del exterior.
Según revela el blog de Telecinco El gato encerrado, Raquel ha puesto a Suso en una situación de ventaja con respecto a sus compañeros. Y lo ha hecho de forma ilícita -los concursantes expulsados no pueden hablar de lo que sucede fuera de Gran Hermano 16 ni de la percepción que tiene el público sobre la casa-. Durante la cena, la extremeña le habló a Suso de la relevancia de Vera, una opinión formada, evidentemente, a raíz de sensaciones percibidas en el exterior. Raquel conoce hechos y conversaciones que el resto de los grandes hermanos desconocen. Y facilitarle tiempo en privado con un concursante en concreto, con el que además mantiene una relación especial, sitúa a ambos en una posición privilegiada. El día anterior, la repescada había sido además apercibida por escribir mensajes con la mano en el brazo de Suso, un procedimiento habitual, pero prohibido, entre los concursantes de Gran Hermano. ¿Qué le habrá dibujado en la piel sin las cámaras registrando sus movimientos?
La segunda hora sin cámaras de Gran Hermano 16 -la primera la reclamaron hace unas semanas Carlos e Ivy- terminó y Suso salió del apartamento con el cerebro lavado, asegurando que en las próximas nominaciones dedicaría sus tres puntos a Sofía -después de haber asegurado que «no le nacía» nominar a la de Pamplona- y dos, a Marta. El resto de la madrugada, el catalán y su chica se la pasaron pegados Vera y Niedziela. ¿Casualidad?
Pero aún hay más. La caja. Esa que convertirá en finalista directo de Gran Hermano 16 a quien consiga abrirla. Sobre este tema hay bastante polémica montada. Se supone que el Súper hace una llamada al confesionario cuando le viene en gana y el concursante que antes llega tiene la posibilidad de probar suerte. Pero unas palabras de Suso a Raquel han activado todas las alertas: «¿Te acuerdas, no, de los movimientos de la caja? Que soy el único que lo ha visto. Derecha, para abajo, para arriba, ¿vale?». ¿Qué significa esto? ¿Cuándo ha visto el catalán los movimientos? Es posible que haya tenido su oportunidad para abrir este artilugio, pero, si hubiese conseguido activar el mecanismo de apertura, la audiencia ya lo sabría. Gran Hermano 16 ya tendría su primer finalista. «Soy el único que la ha abierto», dice Suso, según el citado blog. ¿En qué momento ha abierto la caja el de Barcelona? ¿Le ha revelado Raquel cómo hacerlo?