La guerra de «Operación Triunfo» por los derechos de «Mi música es tu voz»
Alejandro Abad arremete contra los extriunfitos a cuenta del dinero que se llevó tras modificar la canción que Juan Camus y Naím Thomas compusieron
OT. El reencuentro no solo ha desenterrado las discriminaciones que algunos como Javián afirman que sufrieron en la academia de Operación Triunfo, ni la ruptura y posterior salida en chándal de Chenoa y Bisbal, también se ha abierto la caja de los truenos sobre la autoría de uno de los himnos del programa, la canción Mi música es tu voz.
La canción ha terminado con Juan Camus y Naím Thomas, sus creadores, enfrentados en los juzgados con Alejandro Abad, el productor musical que, según él, hizo varias modificaciones al texto inicial.
Alejandro Abad acudió el pasado viernes a Sálvame Deluxe para defenderse de esta demanda de Juan Camus y Naím Thomas, y dejó claro el rencor que siente hacia los primeros 16 concursantes de Operación Triunfo, que ahora han vuelto a ver revivir su popularidad.
El productor musical estuvo en el plató acompañado por una pizarra y una guitarra para demostrar a la audiencia que convirtió el tema en un hit y que gracias a su intervención consiguió tener el éxito que tuvo y sigue teniendo, según recoge Europa Press.
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Y es que en la SGAE constan los 16 concursantes más Alejandro Abad como los dueños de los derechos. También hay dos versiones, la primera más lenta, y la segunda más comercial, y ambas las ponen en el programa de Operación Triunfo. La segunda versión sería la de Alejandro Abad.
Esta sería la primera versión, compuesta por Naím Thomas y Juan Camus:
La segunda tiene ya estribillo, y una ritmo más rápido, tras los arreglos de Alejandro Abad:
En primer lugar, Alejandro ha desglosado cómo se repartieron los derechos de autor de la canción. Según ha afirmado y ha apuntado en la pizarra, el 50 % iría para las empresas y productores y la otra mitad para los autores. De estos autores, el 30 % fue para Naím Thomas y Juan Camus que en un acto de generosidad decidieron compartir este porcentaje con sus compañeros de programa quedándose ellos dos con un 4 % cada uno y repartiendo el resto entre los otros 14 concursantes a los que corresponde sobre un 3 %. El 19,8 % fue para Alejandro Abad como arreglista de la canción y el 0,20 % restante lo cedió a una tercera persona de la que no quiso revelar el nombre.
Dicho esto, es necesario aclarar que Alejandro Abad no solo se quedó con el 19,8 % de los derechos que le tocaban como arreglista sino que en total más de un 70 % de la autoría es suya ya que también cobra por ser uno de los productores del conocido hit. Abad defiende además que la primera versión de la canción carecía de estribillo y con sus modificaciones logró el éxito que tuvo.
Kiko Matamoros fue el encargado de calcular el dinero que podría haber ganado el productor gracias a tener más del 70 % de los derechos de autor del himno de Operación Triunfo 1. Mientras que los concursantes no habrían ganado más de 70.000 euros, Alejandro Abad se podría haber embolsado aproximadamente 2,5 millones de euros.
Matamoros también quiso intervenir en la polémica. «Él no hizo los arreglos, los hizo su ayudante y por eso le dio el 0.20 %. Se aprovechó de los chicos, que no tenían ni idea y estaban aún en la academia, te podría haber traído una pistola de plástico para decirte esto es un atraco. Es un puto atraco, has abusado de unos niños que no tenían información del exterior y no sabían el fenómeno que se estaba creando con el concurso», le reprochó el colaborador.
«Sin mí no hubiera triunfado ni la canción ni el concurso» ha añadido Alejandro Abad con aires de superioridad. Finalmente, Alejandro Abad ha acabado su intervención en el programa poniendo en duda la buena relación entre los 16 concursantes de OT 1. «Hipócritas. Lleváis 15 años sin cantar Mi música es tu voz porqué os recuerda el odio que tenéis entre vosotros», afirmó.
El productor, que al igual que Carlos Lozano no ha sido invitado por la productora ha participar en los especiales de OT. El reencuentro, ha encontrado en esta polémica una manera de volver tambiéna los platós de televisión, aunque en este caso para crear una guerra.
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