La operación tenía como uno de sus objetivos principales la destrucción de uno de los almacenes subterráneos donde los hutíes guardan algunos de los misiles que utilizan contra embarcaciones en el mar Rojo
Las dos formaciones de izquierda se han mostrado críticas con esta operación y la consideran «un paso atrás» después de que Pedro Sánchez se negara a participar en la operación