Las míticas frases que ha popularizado Fernando Tejero

Cuando el actor cordobés abandonó la pescadería de sus padres para probar suerte como actor, poco se imaginaba que algunas de las coletillas de sus personajes terminarían por ser repetidas en masa en la calle


Redacción / La Voz

A Fernando Tejero le llegó la fama televisiva de la mano de un personaje de esos sencillos, de siempre, que muestran la vida de la gente común: el de portero de un edificio antiguo en el casco viejo. Fernando Tejero interpretaba a uno de los personajes de una comedia de enredos corales y era el complemento perfecto a una variopinta comunidad de vecinos que abarcaban todos los rangos de edades. Si bien el personaje de Emilio Delgado le dio la gloria televisiva, lo cierto es que la carrera de Fernando Tejero había comenzado mucho antes, cuando en un acto de valentía abandonó su Córdoba natal y la pescadería de sus padres para irse con lo poco que tenía a Madrid a probar suerte como actor. Allí se puso en manos de Cristina Rota donde conoció a Alberto San Juan, y pasó a formar parte de Animalario, la compañía de teatro que tenía junto a Willy Toledo y Ernesto Alterio. Comenzó con pequeños papeles en películas como Sobreviviré, Los lunes al sol o Torremolinos 73. En el 2003 le llegó su primera oportunidad en el cine, de la mano de David Serrano en Días de Fútbol, con el que obtuvo el premio Goya al mejor actor revelación. Ese mismo llegó a sus manos uno de los papeles de su vida: el del portero de Aquí no hay quien viva, la exitosa serie producida por José Luis Moreno que Antena 3 emitió entre el 2003 y el 2006. Sí solo estuvo unos tres años en emisión, aunque han repuesto tantas veces sus 91 episodios que realmente parece que duró mucho más.

Aunque en el imaginario colectivo, es difícil olvidar al inocente portero Emilio Delgado, que malvivía en una vivienda del edificio y mantenía una relación de amor-odio con una de las inquilinas, Belén (interpretada por Malena Alterio), Fernando Tejero lleva ya más años dando vida a Fermín Trujillo en Telecinco que los que hizo de Emilio Delgado. El actor no llegó a la serie cuando Alberto y Laura Caballero se mudaron al canal de la competencia para seguir contando historias de vecinos, ahora en una urbanización de la periferia con buena parte del elenco heredado de Aquí no hay quien viva. Se incorporó a La que se avecina cuando la serie había superado incluso el éxito de su predecesora, llevando al extremo sus histriónicos personajes que protagonizan las tramas más disparatadas e increíbles que uno se pueda imaginar. Fernando Tejero se metió en la piel de Fermín Trujillo, que llegó a la serie como padre de Lola, para desbaratar su vida y formar parte del alocado vecindario de Mirador de Montepinar. Pero si algo ha hecho Fernando Tejero es a contribuír con una serie de coletillas al lenguaje del día a día de millones de seguidores de ambas series, que a fuerza de oír sus míticas frases, han terminado por incluir las en su forma de hablar más coloquial. A continuación repasamos algunas de ellas.

Emilio Delgado («Aquí no hay quién viva»)

Un poquito de porfavor
¡Cipote, qué cabrón!
Yo soy el portero, un profesional de la información
A ver cuándo quitan ya los euros, porque me estoy haciendo un lío
Belén, eres mala. Te mereces eso, y más...
¡Que sí, bonita, que sí!
Un poquito de caridad cristiana
¡Me cago en todo lo cagable!
¡Papá, cómete el kiwi!

Fermín Trujillo («La que se avecina»)

Que me querías hacer el lío, y a mí el lío... no eh
Uy uy uy.. que feo eso que me has dicho..
¡Callarse que he tenido un darme cuenta!
Uy... que pelusilla me tiene
¡Ay mi niña!
Es que, que, que te reviento!
Hay alguna fuerza cósmica, llámalo Dios, llamalo energía pero algo hay...
Tenemos que ser una piña

El polémico paso de Fernando Tejero por «MasterChef»

Fernando Tejero mostró su lado más personal en MasterChef, donde demostró sus dotes para la cocina y su especial relación con Loles León, con la que protagonizó momentos de amor-odio que supusieron parte del éxito de la primera edición que el programa de talentos culinarios dedicó a famosos. Allí también protagonizó un enfrentamiento con su paisano, Manuel Díaz El Cordobés. Nacidos en Córdoba, se conocen desde hace niños ya que son de la misma generación, pero no han disimulado que no se caen demasiado bien. Manuel Díaz contó que conoce a Fernando Tejero de toda la vida, «dos de sus hermanos son toreros», explicaba y hacía mucho tiempo que no se veían. Pero la profesión de El Cordobés (aunque no lo dijo abiertamente) su machismo y su sobreprotección hacia Virginia Troconis terminó por enrarecer el ambiente entre ambos. Aunque han intentado no dar importancia a ese mal rollo, el momento en el que Manuel Díaz favoreció descaradamente al equipo en el que iba su mujer en vez de ayudar al suyo terminó por enfurecer a Fernando Tejero y sacó su carácter, que en ocasiones ha recordado a su personaje en La que se avecina, Fermín Trujillo. Y aunque no se haya hablado de la profesión de Manuel Díaz, Fernando Tejero es un defensor acérrimo de los animales, algo que choca totalmente con la tauromaquia, de la que vive y defiende a muerte El Cordobés.

Pero no solo durante MasterChef Fernando Tejero tuvo roces con algunos de sus compañeros. Al finalizar la segunda edición del programa, que ganó Saúl Craviotto, el actor renegaba de su paso por el programa. «Está hecho para la audiencia y la mitad de los que pasa ahí es mentira», aseguraba en una entrevista en la Cadena SER. Fernando Tejero destacaba que ahora el «talent-show» ya está en el «cajón del olvido» pero que, en su momento, lo pasó mal. «Una vez estaba en MasterChef ya no había remedio, pero no estaba a gusto. Ahora bien, ¿quién tuvo la culpa? Yo. ¿Quién fue el responsable de todo? Solo yo», contaba.

Fernando Tejero quiere ser padre

Fernando Tejero, de 53 años, confesaba hace unas semanas que desde hace tiempo estaba pensando en tener hijos. Ha valorado la gestación subrogada, y en su visita al programa de Toñi Moreno aseguró que había empezado con los trámites para ser padre. «He empezado a tramitar y a informarme, pero es un proceso lento, costoso...», aseguraba. A la ilusión por ver uno de los sueños de su vida cumplidos, se suman también los miedo habituales a la hora de dar un paso tan importante. «Este mundo en el que vivimos me parece complicado. Le doy muchas vueltas a la cabeza y pienso que si tengo un hijo me preocuparía mucho la educación, el que fuese feliz,... pero luego el instinto paternal lo tengo ahí desde muy pequeñito y está por encima de todo», explicaba. 

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CARLOS CRESPO

El suyo con el teatro era un idilio predestinado. El actor interpreta (y coproduce) «La cantante calva», una obra cumbre de la dramaturgia del absurdo

Envenenado hasta los tuétanos. Así se reconoce Fernando Tejero (Córdoba, 1967) tras sus experiencias teatrales. En realidad la pasión le viene de joven. «No me hice actor por personajes de cine. Lo que de adolescente me despertó la fiebre por la interpretación fue el teatro», reconoce. Pero la profesión le llevó por otros caminos. Exitosos, sí, pero ajenos a las tablas. Hasta que por fin, en el 2010, tuvo lugar el predestinado encuentro. Y nada ha vuelto a ser igual en su vida profesional. En los últimos años ha desechado varios proyectos de cine y reconoce que hace televisión, en buena medida, para poder atraer a la gente joven al teatro y poder permitirse el lujo de coproducir funciones como la que hoy lo trae a Galicia, junto a Adriana Ozores, Joaquín Climent, Javier Pereira y Helena Lanza. La cantante calva es un texto de Eugène Ionesco sobre la incomunicación personal, estrenado en 1950 y considerado una obra cumbre del teatro del absurdo.

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