Detienen al diseñador de un tobogán acuático tras morir un niño

Mide 51 metros, el equivalente a 17 pisos de altura y se llama Verrürckt, loco en español. Se trata del tobogán acuático más alto del mundo ubicado en el parque Schilitterbahn en Kansas City. En agosto del 2016, un niño de 10 años falleció mientras se deslizaba por él, pocos días después de inaugurarse.

Este terrible incidente ha traído serias consecuencias para su diseñador, John Schooley, de 72 años, y que se podría enfrentar a una condena de 41 años por asesinato en segundo grado. También la empresa constructora y el copropietario del parque afrontan los mismos cargos, según la BBC.

La víctima, Caleb Schwab, salió despedido cuando se deslizaba por el tobogán junto a otras dos mujeres que resultaron heridas de gravedad. El pequeño sufrió heridas en la cabeza cuando la balsa colisionó con un aro de metal, que contenía una red para evitar que los pasajeros salieran volando del tobogán.

Un portavoz del parque ha dicho en un comunicado que la acusación contra el diseñador del tobogán «esta llena de información que discutimos totalmente» y que la muerte del niño fue el resultado de un accidente y no de un asesinato.

Por el momento, el tobogán está cerrado y con una orden de demolición, aunque desde el parque indican que planean abrir de manera normal en mayo. Por el momento, su diseñador, John Schooley, está detenido sin fianza y la acusación del fiscal indica que «ni un solo ingeniero estuvo directamente involucrado en el diseño dinámico de la ingeniería o en cómo deslizaba Verrückt».