Los amagos de abandono de Saray Montoya en «Supervivientes»
La concursante ha protagonizado numerosos enfrentamientos con sus compañeros y hasta el programa tuvo que reprenderla
Saray Montoya parece que no tiene madera de superviviente. Al menos es lo que se extrae de su comportamiento al llegar tan solo una semana en la isla de Honduras. Sus problemas de espalda, que desde la organización sospechan un tanto fingidos para no tener que participar en las pruebas, no sirvieron para despertar la compasión ni de sus compañeros ni de la organización. Lara Álvarez, desde la isla, advirtió al equipo de Saray de la importancia de la prueba en la que se jugaban la localización, ante la negativa de la concursante de participar en ella. Además le recordó que el médico del programa tras examinarla, aseguró que no negaba que tuviese dolor, pero que no existía ninguna lesión que le impidiese concursar como el resto de los supervivientes en las pruebas. Pese a ello, se negó y su equipo, al que lidera el Maestro Joao, seguirá en el lado más desfavorable de la isla, el Salvaje. Antes, el equipo contrario había votado de forma unánime que la no participación de Saray Montoya fuese un punto perdido al no querer participar.
En los días previos a la gala, Saray ya demostró que chocaba con casi todos sus compañeros de equipo. Uno de los primeros enfrentamientos lo tenía con Alberto Isla, al que le llamaba de todo. «Mantenido o hiena» fueron algunos de los calificativos que le daba al concursante. «Isabel Pantoja no te quiere ni confitado en oro», añadía, atacando directamente al terreno más personal.
Hasta una de sus mayores defensoras, María Jesús Ruiz, que tras todo lo ocurrido en los últimos días aún mantenía que «no dejo de creer que Saray Montoya es buena compañera», terminó por reprender en cierta manera a la polémica concursante: «Te has equivocado, en el momento que insultas pierdes la razón». Mientras en el equipo contrario, casi celebran que Saray Montoya no les haya tocado como compañera. «Tenemos que dar gracias que no nos ha caído en nuestro grupo. Esto es un espectáculo arrabalero», aseguraba el cantante Francisco, que fue testigo de la discusión entre Alberto Isla y Saray Montoya. María Lapiedra, también resumía bastante gráfica cómo había visto este enfrentamiento: «A mí me gustó porque era como ver un ratito Sálvame»
Pero si en algún momento Saray Montoya acaparó todo el protagonismo fue durante la gala, donde sus continuas amenazas de abandono terminaron por copar parte del programa. Tras conocer que era una de las primeras salvadas de la nominación, que terminó con Melissa expulsada pero siguiendo en el programa como «asilvestrada», Saray Montoya amenazaba de nuevo con abandonar, todo ello pese a la penalización económica que todos los concursantes saben que tienen que afrontar de irse del programa por decisión propia. «Me voy», afirmaba.
Pedía perdón a sus compañeros por lo que les podía haber perjudicado, pero seguía queriendo regresar a España. Hasta que su marido y su hija conectaban en directo con ella para pedirle que continuase en el concurso. «Le deseo lo mejor a todos, le pido perdón a todos si en algo a fallado», intentando firmar la paz con Maite Zaldívar y Alberto Isla. «No puedo aguantar esto», le decía a Jorge Javier Vázquez en directo desde la palapa. «Llevas una semana en el concurso, creo que por mucho que os expliquen lo que es Supervivientes uno no sabe lo que es hasta que esta allí, estás pasando por el peor momento de aclimatación, creo que deberías meditarlo bien y no deberías abandonar», le reprendía el presentador, recordándole la decepción que provocaba en parte del equipo de Supervivientes y que muchos se habían quedado en España sin poder participar en el concurso.
«Gordi, está toda España contigo, que tú tienes que ganar, eres una campeona, no te rindas», le decía su marido desde España, mientras Saray Montoya lloraba. «Las niñas y yo estamos en que vas a ganar, toda Sevilla, toda España, tu temperamento no es ese, llévate bien con tus compañeros», le aconsejaba, junto a su hija que también le daba ánimos.
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