La inquientante frase que Julio Iglesias le confesó a Tamara Falcó
La hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó comparte confidencias con Bertín Osborne
Redacción / La Voz
Tamara Falcó es probablemente el miembro del clan Preysler más chocante de todos los que lo conforman. Nacida del segundo matrimonio de su madre, que ya había tenido tres hijos con Julio Iglesias, Julio José, Enrique y Chabely, ha vivido siempre en un ambiente relajado y seguro a nivel económico. Sin oficio conocido, parece que durante un tiempo ha estado muy perdida, y su familia la consideran con un verso suelto. Ha probado suerte en varios sectores, como la moda y la televisión, pero ninguna de sus aventuras (muchas de ellas bastante extravagantes) han funcionado. Tamara Falcó muestra a Bertín Osborne las puertas de la que ha sido su casa familiar, y en la que conviven actualmente Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Allí pasó parte de su infancia, cuando su progenitora, ya casada en terceras nupcias con Miguel Boyer, se trasladó a una lujosa mansión en Puerta del Hierro, conocida por las malas lenguas como Villa Meona (por sus trece cuartos de baño). Así que Tamara Falcó es solo la excusa de Telecinco para adentrarse, lo que le dejen, en las intimidades de una de las figuras más misteriosas del panorama del mundo rosa, Isabel Preysler, que lleva años viviendo a golpe de exclusivas. Lo que se ha visto de este hogar, ha sido siempre previo pago en su revista de cabecera.
Tamara Falcó pronuncia ante Bertín Osborne una perturbadora frase que según ella le confesó Julio Iglesias. Pero para entenderala habría que repasar cómo fue la sepracion de Isabel Preysler y el cantante. Se casaron en 1971 y estuvieron casados hasta 1978. Dos años después contraía matrimonio con Carlos Falcó, marqués de Griñón, con el que estuvo hasta 1985. Tamara Falcó nació en 1981, pero según «el tío Julio», como llama al padre de sus hermanos mayores, «siempre me dice que no soy su hija por poco». Un comentario absolutamente inquietante que tiene difícil explicación, al menos así a primera vista.
A lo largo de los años, Tamara Falcó ha protagonizado algunas de las noticias más bizarras de la crónica rosa. Primero anunció que abrazaba la fe católica y anunció a bombo y platillo que incluso planteaba meterse monja. Visitó el domicilio para unas jornadas espirituales de la secta de los Miguelianos, de la que más tarde terminó por descubrirse los extraños rituales que allí se producían. De hecho su principal impulsor, Miguel Rosendo, se encuentra en prisión desde hace tres años acusado de acusado de abusos sexuales y de crear una organización criminal. Cuando se destapó el escándalo, Tamara Falcó puntualizó que solo había acudido un día a las instalaciones de esta secta y se mostró horrorizada. «Todo lo que ha pasado le ha pillado tanto de sorpresa como a mí», explicaba, negando que hubiese «pertenecido a esa orden». Eso sí, aún hoy reconoce que la religión le cambió la vida. «Antes vivía en un cierto caos. Creía que debería encontrar la felicidad por encima de todo, pero cada vez que creía alcanzarla, se esfumaba. Era desesperante. Encontrar a Dios y encomendarme a la Virgen me ha ayudado muchísimo», explicaba hace poco a Chance.
También son especialmente recordadas sus declaraciones contra Pablo Iglesias y su partido, Podemos, en las que afirmó que rezaba «por él y por todos los de Podemos». También se unió a movimiento católico que protestar por las pretensiones del partido morado retirar la misa dominical de la programación de La 2. «Para que Pablo Iglesias no nos quite la Misa de TVE2 los domingos enciende la tele y sintoniza el canal ahora!», escribía en su Twitter.
Pero una de las imágenes que más sorprendió de Tamara Falcó la protagonizó en su revista de cabecera, donde mostró los estragos de la enfermedad que sufre, hipotiroidismo. «Cuando me miro en el espejo, no me reconozco», confesaba la hija de Isabel Preysler. «He tenido un problema de salud, he ganado peso y ahora no estoy en el ideal, pero la vida no se acaba aquí», proseguía. «No me reconozco porque estoy muy voluptuosa sobre todo de pecho y cadera, pero me digo a mí misma que tengo que tener paciencia, porque estoy enferma», puntualizaba Tamara Falcó. Y se convirtió en noticia de nuevo cuando, a las pocas semanas, apareció mucho más delgada.
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