Adele sufre un bochornoso percance sobre el escenario

Sucedió este fin de semana, en Glastonbury, cuando una de sus seguidoras se le acercó para hacerse una foto con ella


Este sábado, Adele regresó a un Glastonbury en el que debutó hace nueve años, a plena luz del día, con una tímida acogida. Hoy, la inglesa acumula tal número de éxitos, tantos discípulos y tantos ceros en su cuenta bancaria que puede permitirse desde enrabietarse y parar un concierto para exigirle a una seguidora que dejase de grabarla, hasta eructar en pleno escenario y recoger por tal bochornoso gesto poco menos que una ovación.

Fue lo que pasó el fin de semana en el festival de todos los festivales, cuando Somerset intentaba olvidarse del Brexit gracias al talento de Adele. Una de las chicas que asistía al espectáculo de la diva de Tottenham se encaramó al escenario para inmortalizar a golpe de fotografía. Y entonces la artista británica más famosa de siglo XXI eructó. 

No lo disimuló. Podía haber pasado desapercibido, haber quedado entre la joven de la cazadora morada y la experta en baladas de desamor, poco sutil ella -mejor no dejarlo dentro-, fiel a su naturalidad. Una ruidosa carcajada encendió las alarmas en el foso. Algo había pasado. Adele se explicó: una «sucia hamburguesa» que se merendó antes del concierto le había jugado una mala pasada.

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