El preso más guapo del mundo se estrena como modelo

Jeremy Meeks salió en libertad el pasado 10 de marzo, tras cumplir una condena de dos años por atraco a mano armada. Nunca una estancia entre rejas había resultado tan rentable. Después de su detención en junio del 2014, su ficha policial, publicada en el Facebook de la policía de Stockton (California), dio la vuelta al mundo. Grandes y ojos azules, tez morena, mandíbula marcada. En un pestañeo, se convirtió en el preso más atractivo del mundo. Famoso sin querer, pasó un par de años en chirona sabiendo que, al salir, tendría la vida solucionada. Tan consciente fue de su magnetismo y de aquel terremoto que incluso solicitó un traje a medida para comparecer en su vista oral. Sabía que lo iban a grabar. No quería debutar ante el mundo entero con el uniforme carcelario de color naranja. 

A la agencia White Cross Management le faltó tiempo para fichar a Meeks en cuanto el convicto dejó de serlo. Nada más poner un pie en la calle, el guapísimo californiano publicó en su perfil de Instagram una imagen junto a su nuevo representante con el siguiente mensaje: «Quiero dar las gracias a mi familia y a todo el mundo por todo el amor recibido, apoyo y oraciones. Estoy abrumado y agradecido por todo lo que viene a continuación. Estoy listo».

Y vaya si estaba listo. Solo tres meses después de recuperar la libertad, Jeremy Meeks, casado y padre de dos hijos, acaba de realizar su primer trabajo oficial para uno de los equipos de la NBA. Lo ha hecho público por la misma vía, la red social fotográfica, con un imagen en primer plano, muy similar a la que ya figura en sus antecedentes penales y que en definitiva le lanzó al estrellato, pero esta vez con una gorra de los Warriors.