Lotería de Navidad: «Si te toca este año, no desparrames»
¿Qué habrá sido de los protagonistas del anuncio del Gordo del año pasado? ¿Cómo les habrá ido a Manuel y a Antonio tras tocarles un décimo? Un corto narra las vidas de los dos protagonistas doce meses después. Su vida ahora, es cuando menos, inesperada
¿Qué habrá sido de las vidas de los premiados con un décimo del Gordo de Navidad del año pasado? ¿Tendrán ahora una vida acomodada con la tranquilidad que da el dinero? ¿O lo habrán despilfarrado? Pues esa misma pregunta se la han hecho los creadores de la segunda parte del anuncio de la lotería de Navidad del año pasado, Manuel y Antonio. Y doce meses después el azar les ha conducido a una situación, cuando menos, inesperada.
Probablemente aún recordarán el anuncio lacrimógeno del año pasado, cuando, tras la catástrofe del 2013 y las críticas que despertó el spot protagonizado por Montserrat Caballé, Raphael, Niña Pastori, David Bustamante y Marta Sánchez, decidieron optar por algo más sencillo y efectivo. En el 2014 Loterías y Apuestas del Estado contaba la historia de Manuel, un hombre de barrio que se topa de bruces con uno de los principales temores de la gente cuando se celebra el sorteo de Navidad: no haber comprado un décimo y que toque al resto de los vecinos. La pareja de este pobre hombre le obliga a bajar al bar de Antonio y disfrutar con el resto de agraciados el momento. Dirigido por Santiago Zannou, toda la campaña estaba compuesta por otras historias además de la de Manuel, con las que Loterías pretende retratar algunas de las realidades que se repiten cada año entre los agraciados -y los no tanto- que disfrutan de la sensación de haber formado parte, o quedarse fuera de ella, de la lluvia de millones del 22 de diciembre.
Ahora, doce meses después nos encontramos a Antonio, sentado en un banco en medio de un parque o un jardín. «En menos de dos horas estabámos en Ibiza en un jacuzzi con cuatro jamelgas», recuerda Antonio hablando con Manu, el vecino para el que guardó uno de los décimos premiados, aunque este se había olvidado de comprarlo.
«Yo no quería ni cerrar el bar», añade, y cuenta que Manuel dejó a su mujer, la que le insistió en bajar al bar a compartir la alegría con sus vecinos. «Una amargavidas, decías» y se lamenta de haber derrochado los 800.000 euros que les tocaron en el Gordo de la Lotería.
A continuación se ve a la mujer, que aparece acompañada por una enfermera y Antonio le entrega las cenizas de Manuel (que ha muerto), mientras le recuerda que la apreciaba. «Aunque te dejó, en el fondo te quería mucho», le explica. Con este irónico cortometraje el director Tuti Fernández lanza mensaje: «Recuerda: si te toca este año, no desparrames».