Halloween: Las 9 escenas de terror más espeluznantes para cagarse de miedo
Un sobresalto bajo la manta, toda nuestra piel de gallina y el vello erizado. Es entonces cuando sabemos que estamos viendo uno de esos momentos que no nos dejará conciliar el sueño
Halloween está a la vuelta de la esquina. Y vale que aquí no se celebra tanto esta fiesta como en otros lugares, pero ahora que el mal tiempo promete instalarse una buena temporada y que la noche empieza mucho antes, ¿qué mejor que disfrutar de esas buenas historias para no dormir?
Todos tenemos ganas de envolver nuestros cuerpos en una manta en la fría noche de Halloween, dejar una pequeña rendija para los ojos y ponernos una de esas pelis que le susurran directamente a las más oscuras partes de nuestros cerebros.
Un sobresalto bajo la manta, toda nuestra piel de gallina y el vello erizado. Es entonces cuando sabemos que estamos viendo uno de esos momentos que no nos dejará conciliar el sueño. Permanece en silencio y no te destapes. No mires a los lados ni detrás de ti. Sigue mirando a esta pantalla y disfruta de esta selección de los momentos más espeluznantes del cine de terror.
El resplandor
Vale, todos sabemos que los niños pequeños dan mucho miedo. Pero si los dirige Kubrick, con su sentido del ritmo, de la estética y de lo subliminal, entonces ya es el cague máximo. El pobre Danny va todo tranquilo con su triciclo por los pasillos del hotel y dos hermanas gemelas, con sus vestiditos azules, le dicen de la forma más tétrica posible que se una a jugar a ellas.
Desde ese momento, ver a cualquier infante al final de un hace que cualquiera piense inmediatamente que la cosa va a acabar de forma sobrenatural.
Los otros
A Amenábar no le vino nada bien que El sexto sentido diera un giro final igual al de la película que él ya estaba preparando. Pero independientemente de eso, Los Otros supuso un empujón para el cine de terror patrio. Sus momentos de tensión demuestran la pericia del director para este género.
En la escena compartimos el agobio de Nicole Kidman, que sabe que algo raro está pasando en su casa.
The Ring
Basada en una película japonesa del mismo nombre, The Ring fue la primera en inaugurar una serie de constantes del terror que se repetirían en los años siguientes. Sobre todo, la niña en camisón con la melena larga y lacia por delante de la cara.
Pero la película jugaba también con la normalidad que suponen una televisión o una llamada de teléfono para amedrentarnos.
Después de ver un vídeo en VHS, recibías una llamada de teléfono que te decía el tiempo que te quedaba para palmarla, una clara burla de los mensajes en cadena. Y nosotros, los espectadores, ¡también lo habíamos visto!
Saw
Cualquiera de las escenas de la saga Saw nos pueden hacer tener pesadillas durante varias semanas. Su creador, James Wan, llevó el gore a las pantallas de todos los cines.
Para salvarse, las víctimas tienen que ceder una parte importante de sí mismos, ya sea un ojo o su sangre. El objetivo: que aprendan lo importante que es la vida. Para los pocos que sobreviven, claro.
El orfanato
La película de Bayona fue una de las grandes beneficiadas del camino abierto por Amenábar en el cine de terror español.
El orfanato tiene todos los elementos para no dejarnos dormir: un caserón antiguo, un montón de niños tétricos con trajes de época y mandilones de guardería y un momento como este, en el que Belén Rueda tiene tanto miedo como nosotros mientras juega con los niños espíritu al escondite inglés para encontrar a su hijo perdido.
Rec
Casi veinte años antes de la película de Balagueró, se había convertido en viral (cuando ese concepto no existía como hoy en día) una «película» llamada El proyecto de la bruja de Blair. La gente pagó por ir al cine a ver esa cinta ya mítica que era una historia mal filmada y poco comprensible.
Años después, el director español mejoraba ostensiblemente la propuesta de la película de miedo con cámara en mano con REC, en el que una periodista entraba en un edificio sin saber que muchos de sus habitantes eran más bien zombis.
Es imposible no ponerse de los nervios durante la hora y pico que dura la trepidante cobertura que hace Manuela Velasco de ese edificio en cuarentena.
Paranormal Activity
El israelí Oren Peli se sumaba a la moda de la cámara en mano. En este caso, un documental de una familia atormentada por una serie de sucesos paranormales en su casa.
La escena en la que el cámara se presta a jugar con la niña al «Verónica, Verónica, Verónica» funciona a la hora de hacernos transpirar. Entre que no sabemos lo que pasa y que alguien intenta abrir la puerta con fuerza... No se dan cuenta, en todo caso, de que están ocupando el baño.
Insidious
Si algo tiene James Wan, que había creado también la saga Saw, es que sabe perfectamente como jugar con el terror clásico. En Insidious hace un guiño a los distintos lugares comunes de las películas más terroríficas, como casa encantada o niño paranormal. Y funcionan.
La escena de la mesa mete miedo porque, en ese momento, estábamos tan tranquilos pensando que poca cosa iba a pasar.
Sinister
La película protagonizada por Ethan Hawke está plagada de momentos que nos hacen no querer mirar a la pantalla. El prota, un novelista de crímenes, se muda a una casa en la que murió gente asesinada y encuentra un proyector y unas cuantas cintas de Super-8. Todas tienen nombres que remiten a buenos momentos, como Diversión familiar ?11 o Parrillada?79, pero bajo esos títulos solo se esconden pistas de la forma en la que se produce la muerte filmada.
Nosotros, como Ethan, no podemos dejar de contemplar las oscuras escenas aunque hay algo que nos dice que dejemos de mirar.