«Iron Man 2»: La película que casi hunde Marvel pero la convirtió en una mina de oro

La película protagonizada por Robert Downey Jr. fue el empujón definitivo para el universo cinematográfico, que revolucionó el modelo de negocio de Hollywood


Redacción

«Yo soy Iron Man», decía un Tony Stark a cara descubierta ante los periodistas al final de la primera parte del hombre de hierro. En el filme, el personaje interpretado de forma soberbia por Robert Downey Jr. rompía todas las convenciones del género superheroico al descubrir públicamente su identidad. Jon Favreau lo tenía claro: su película iba a romper esquemas típicos.

La intención del director era hacer una trilogía con este héroe borrachuzo, excéntrico, por momentos irresponsable y de humor cambiante que tanto pegaba con la personalidad del propio actor protagonista.

Marvel tenía claro, por su parte, que Iron Man 2 iba a ser una cosa distinta a lo que planteaba el realizador. Quería plantear un nuevo modelo de franquicia. Y la segunda parte de la historia de Tony Stark era la prueba definitiva. Si la película fallaba, todo se iba al traste. Si triunfaba, podía ser el inicio de una estrategia pionera, rentable y revolucionaria en el blockbuster hollywoodiense.

Así que la productora y editora de cómics decidió controlar de cerca su producto y, en un primer momento, parecía que este celo por parte de Marvel iba a conseguir el efecto contrario: que todo hiciese aguas.

Como la idea de la productora era crear un universo interconectado de todos sus superhéroes que culminaría con la primera película de Los Vengadores, obligó al director a introducir algunas subtramas que promocionasen la estrategia.

La consecuencia inmediata fue un revés prematuro por parte de la crítica y el público, que en un primer momento le dio la espalda a la propuesta, al ver como impedimentos esos elementos del universo Marvel al margen de la historia de Tony Stark.

En Iron Man 2, además, el actor Terrence Howard fue reemplazado por Don Cheadle, que daba vida a Máquina de Guerra, un cambio de cásting que podía haber provocado suspicacias hacia la película.

Y, por último, el director Jon Favreau les dio el golpe definitivo. El realizador que había conseguido unir a público y crítica por el tono cínico de la primera entrega anunciaba que no firmaría para dirigir ninguna película más del héroe con armadura ni para el estudio de Marvel.

Al final, todo lo que parecían golpes duros no fueron más que desmotivadoras pesadillas. Pero Marvel despertó de ese amargo sueño. Los críticos y el público acabaron comprando a grandes rasgos la propuesta; el reemplazo de actor le hizo ver a la productora que un cambio de ese tipo no suponía ningún trauma para los fans, algo que le sirvió para poder negociar mejor y para no firmar cheques en blanco, y la salida de Favreau dio paso a apostar por directores más jóvenes y manejables que mantenían el nivel.

Un nuevo modelo de «blockbuster»

Finalmente, Iron Man 2 fue un éxito. Marvel pudo seguir adelante con su idea de su universo cinematográfico, se convirtió en una Midas del cine comercial y puso patas arriba el modelo de negocio de Hollywood.

Las sagas de películas llevaban décadas triunfando en el cine. Y también los superhéroes, desde su resurrección a partir de las películas de Batman, Spiderman y X-Men. Pero Marvel había preparado algo más revolucionario. Llevar el infinito universo de los cómics a la gran pantalla.

Las primeras películas del Universo Cinematográfico de Marvel
Las primeras películas del Universo Cinematográfico de Marvel

En él, los personajes de las distintas colecciones están interrelacionados: hacen crossovers, se juntan en un grupo más grande o protagonizan sus aventuras por separado. Algo sencillo en los tebeos, ya que solo depende de la pericia del dibujante, necesita de una ingente cantidad de dinero en el cine, entre actores, platós, decorados o efectos especiales.

Con este modelo traído directamente de los cómics, que culminó su primera fase con la reunión de los héroes en Los Vengadores, Marvel se aseguró que tendría al menos un par de películas comerciales al año en la gran pantalla y, en cada una de ellas, pasaría algo que de algún modo tendría algún tipo de repercusión o relación con el resto de películas, un aspecto que sirve para enganchar a los fans. También daba cabida a series de televisión (Daredevil, Agents of S.H.I.E.L.D., Agent Carter o la inminente Jessica Jones) inscritas en medio de los grandes acontecimientos de la inmensa saga prevista.

Hace dos días se conoció que las once películas de Marvel habían recaudado más de 9.000 millones de dólares en total, lo que la convierte de lejos en la saga con mayor taquilla de la historia. De momento el proyecto va bien y ya hay producciones previstas hasta el año 2019. Y las que le quedan.

Películas programadas del Universo Cinematográfico de Marvel
Películas programadas del Universo Cinematográfico de Marvel

En vista de los resultados, el resto de productoras tomaron nota. Disney, que se hizo con la productora de Marvel, aplicó esa misma estrategia para su recién adquirida Star Wars, una de las sagas cinematográficas clásicas, y lanzó una nueva trilogía principal a la que se añadirían spin-offs sobre personajes separados. La influencia de la estrategia de Marvel estaba ahí.

Y la gran rival de Marvel, DC, que triunfó en varias épocas con los distintos Batman e incluso con algún Superman, decidía juntar a sus dos héroes principales en un enfrentamiento que promete ser épico en la esperada Batman v Superman: El amanecer de la justicia. A continuación, reunirá a estos dos con un puñado de héroes más para llevar a la gran pantalla la Liga de Justicia de América, el primer grupo en la historia del cómic en reunir a los grandes héroes, del mismo modo que Marvel lo hizo con Los Vengadores.

Marvel arriesgó desde su primer Iron Man y fue una apuesta indudablemente ganadora. Ya formando parte del imperio Disney, otra experta en hacer al menos un éxito anual, la productora llegada del mundo del cómic ha logrado llevar todos los modelos de negocio en el cine un paso más allá. De momento, no tiene pinta de perder fuelle.

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