Todo lo que esperamos este año de la cabalgata de Madrid

El desfile de los Reyes Magos de Carmena no dejó a nadie indeferente el año pasado. Las expectativas son altas: ¿cómo será el traje de Gaspar? ¿será capaz de mantenerse callado el pictoplasma esta vez?


Carmena puso alto el listó el año pasado. Desplegó en la Castellana una particular Cabalgata de Reyes que dejó algo descompuestos a los madrileños y también al resto de españoles que, atónitos, giraron sus cabezas hacia la capital para atender al renovado atuendo de los magos de Oriente -tan modernos ellos- y a los curiosos personajes que integraban su comitiva. Y entonces se alzó una voz en Twitter, la de Cayetana Álvarez de Toledo, que era en realidad la de buena parte del país, la que se indigna con los cambios y los ajustes, con la puesta al día de las tradiciones. «Mi hija de 6 años: "Mamá, el traje de Gaspar no es de verdad. No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás», reventó, enfadada, la exdiputada

El «No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena» engordó la lista de muletillas tuiteras con las que los usuarios de la red social suelen entretenerse, expendiendo ingeniosos tuits y más tuits al hilo de la polémica de turno. Calentó la jornada de Reyes, le puso hierro al asunto y ahora, un año después, todos volvemos a enfocar el centro de Madrid -y a consultar el Twitter de la política del PP, por lo que pueda decir-, más impacientes por el modelito que lucirán sus majestades que por su llegada desde el lejano este a la capital.

¿Será también rosa la túnica escogida por Gaspar? ¿Parecerá una cortina de ducha? ¿Quién será el responsable de su diseño? Pero, ¿podrá la carroza del de en medio de los tres circular por el paseo de Recoletos teniendo en cuenta que es el par del grupo? El Ayuntamiento de Madrid ha hablado. Poco, regodeándose en el secreto, pero ha hablado. Según ha podido saber ABC, Sus Majestades de Oriente llevarán «trajes muy elegantes, vinculados a la narrativa del desfile, que es la oda a la curiosidad». Hala. La oda a la curiosidad. Eso qué será. 

Sí se sabe ya que los magos se subirán a los mismos carruajes que el año pasado -«Sostenibilidad y racionalidad», esgrimen desde el consistorio para explicar la segunda mano-, que por primera vez habrá tres intérpretes de lengua de signos que narrarán el desfile para las personas sordas y que estará compuesto por doce carrozas con unos dos mil participantes: músicos, bailarines, saltimbanquis. 

Pero todavía hay más. La cabalgata de los de Ahora Madrid fue el 5 de enero del 2016 un festín de novedades: la cabalgata del cambio, la cabalgata sin animales, sin segregación, sin favoritismos a los privilegiados y con mujeres magas, una concepción de la llegada de los Reyes que algunos, especialmente los más conservadores, nunca llegaron a comprender. La nueva concepción del desfile se mantiene: no habrá espacio VIP, por lo que los famosos de turno tendrán que codearse con el resto de ciudadanos de a pie para asistir al espectáculo, tampoco se hará trabajar a los animales esta vez y a las tradicionales carrozas les acompañarán marionetas gigantes, escenas dramáticas y acrobacias aéreas. 

Especialmente atentos a los variopintos personajes que acompañan a los Reyes deberán estar los espectadores que este jueves sigan el show desde sus casas. El año pasado, uno de ellos se fue de la lengua ante una de las cámaras de televisión que cubría el recorrido. El bocazas en cuestión era un pictoplasma, una mascota gráfica que puede adquirir diferentes diseños y que, en este caso, era una inmensa bola de pelo blanca con ojos y una prescindible boca. Porque resulta que, en teoría, los pictoplasmas no pueden hablar. No, al menos, en un idioma comprensible para el humano. Olvidó ese pequeño detalle el que hace hoy un año fue interceptado por un reportero de TVE mientras daba brincos en la cabalgata. «¿Desde cuándo conoces a los reyes magos?». «Desde que conozco a mis padres», respondió él, ni corto ni perezoso. Y se quedó tan ancho. 

¿Quién será el Grinch de la función de Carmena esta vez?

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