«Mi pequeño, perdón por el mundo en el que te hago nacer»

Bélgica sigue en estado de shock después de sufrir el primer atentado yihadista en su propio territorio. En ese contexto de emoción y homenajes a las víctimas, la carta de una madre belga a su hijo todavía no nacido se ha convertido en un símbolo más de lo que está sufriendo el país centroeuropeo. «Mi pequeño, perdón por el mundo en el que te hago nacer», es el encabezado de la carta firmada por Alayssia Denis en la web DH.be. 

«Mi pequeño hombrecito, te pido perdón, te pido perdón por el mundo en el que te haré nacer, un mundo en el que uno tiene que mirar por encima del hombro por temor a represalias por elecciones que no fueron nuestras...», se puede leer en la carta escrita en francés publicada por DH.be.

«Te pido perdón por este racismo que ocupa cada vez un poco más de espacio, siento que no puedas ver el mundo del mismo modo que yo lo vi, sólo amigos con los que jugar sin juzgar su color ni su religión», prosigue Denis. 

«Ayer, hombres locos, monstruos nos atacaron, se hacen llamar a sí mismos hombres de dios. ¡No les creas, hijo mío! ¡Mienten! Lo hacen en el nombre del odio, porque mamá tiene amigos de otras religiones. Y algunos están más impacientes con que llegues, y cuando eso pase no tendré miedo de ponerte en sus manos, porque cada dios, cada religión predica la paz y convivir», porsigue la emocionante carta.

«Así que sí, locos gritando el nombre de un dios haciendo semejante estupideces. Pero créeme, mi pequeño, no es una estupidez de su dios, sino suya. ¡No les des la victoria de temer al que es diferente! ¡Ama la diferencia con todo tu alma y todo tu corazón, porque es lo que hace el mundo bello, el hecho de que ninguno de nosotros es igual! De nuevo me disculpo al saber que no podré protegerte de todo, pero espero que mi educación te proteja del racismo y de los juicios precipitados, porque, sí, hay malos 'musulmanes'. Pero nunca olvides de que también hay malos 'cristianos', y malvados 'judíos', e 'italianos' y 'belgas', y así todos».

«Pero verás, no es la religión, la nacionalidad o el color lo que envilece a la humanidad. Odia a los malvados, como yo hago, pero por favor, de cualquier tipo, que no te importe de donde viene o lo que crea. Perdóname, hijo mío, por la locura de los hombres. Te dejamos una Tierra en mal estado pero con confianza en el futuro. ¡Cámbiala! ¡Hazla más bonita!. Sé orgulloso», conclue la emotiva carta de Alayssia Denis.