Leo tiene dos años y es el protagonista de la última historia viral que conquista las redes. El pequeño había visto en múltiples ocasiones como sus padres utilizaban la trituradora de papel y él no quería ser menos. 

Un buen día decidió que era el momento y encontró un sobre lleno de «papeles» perfectos para hacerse añicos. Ni corto ni perezoso fue introduciéndolos uno a uno sin saber que lo que estaba destrozando eran los ahorros de sus padres. Fue el propio niño el que mostró a  Ben y Jackee su hazaña. Ellos, al ver los 1.000 euros que llevaban meses apartando, completamente destrozados decidieron compartirlo en sus redes sociales a modo de advertencia. 

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Ahora la esperanza de recuperar esos ahorros está en la Oficina de Grabado e Impresión del gobierno americano que puede «canjear» el dinero si le envían todos los trozos de los billetes.