La difícil tarea de ser taxista en São Paulo

Ropa formal, barba arreglada, uñas limpias y derrochando «optimismo y alegría». Este es el objetivo de las autoridades municipales de Sao Paulo para modernizar la figura del taxista. Desde este pasado lunes, un nuevo código de conducta les transformará para siempre. La nueva norma no solo afectará a su aspecto físico, sino también a su relación con el cliente y en resumen, a todo lo que se refiere a su tarea diaria.

A partir de ahora tendrán que aprender a soportar el calor porque el decreto les prohíbe vestir pantalones cortos y zapatillas. No les queda otra que renovar su armario. Bajo las reglas establecidas por el nuevo decreto municipal aprobado el pasado mes de diciembre, los taxitas de Sao Paulo deberán usar camisa, vaqueros de color oscuro, cinturón y zapatos cerrados. En el caso de que sean conductores de coches de lujo la cosa se complica porque deberán ir vestidos con smoking o de traje y corbata. Las sudaderas están completamente prohibidas, al igual que las bermudas, las camisetas o las camisas desabrochadas, a excepción del «botón del cuello».

En cuanto a la higiene, tampoco podrán ir despeinados, mal afeitados o con las uñas sucias mientras realicen una carrera. En caso de incumplir las normas podrían ser sancionados con una multa por las autoridades locales. Pero esto no acaba aquí. La normativa también se refiere a sus relaciones con el cliente. Durante la carrera, y con el objetivo de evitar «polémicas», tendrán prohibido hablar de fútbol, política o religión y deben recibirlos «con optimismo y alegría». Con el fin de que el cliente «desee utilizar siempre» el taxi, el conductor podrá, a su criterio y «de acuerdo al interés del pasajero», ofrecer información turística, poner el boletín de noticias o música ambiente.

Pero no solo les afectan a ellos, sino también a su lugar de trabajo. A partir de ahora, los coches también deberán estar siempre limpios, aspirados y con cinturones de seguridad en todos los asientos. En un apartado específico relacionado con la higiene en el vehículo, de forma que serán a evitar el olor a sudor, a tabaco, a bebidas alcohólicas, a perfumes con fuertes fragancias o cualquier otro aroma que cause molestias al pasajero».

Estas nuevas reglas forman parte de un programa del ayuntamiento que busca estandarizar el ejercicio de esta actividad en la ciudad y colocar en igualdad de condiciones el servicio ofrecido por los taxis tradicionales y los que ofrece Uber. Tal y como ocurrió en otras partes del mundo, los taxistas de Sao Paulo se opusieron a la entradas del servicio Uber en la ciudad, donde viven 12 millones de personas, y protestaron durante meses contra los proyectos del ayuntamiento para regular las actividad de los nuevos operadores.