Día de Muertos: El cementerio de narcos en donde cada cripta es un chalé

En los Jardines de Humaya, en México, la muerte sí distingue entre clases sociales. Los magnates de la droga han construido el camposanto más hortera y suntuoso para pasar el resto de sus días


Redacción

Se suele decir que la muerte no entiende de clases sociales. Una afirmación que solo es válida para quien no conoce el panteón mexicano de los Jardines de Humaya, el cementerio de los narcos, el más lujoso y hortera de todos los camposantos conocidos.

Más que un cementerio, los Jardines de Humaya parecen una megaurbanización de gente de bien. Y no es una forma de hablar. En sus calles se suceden un chalé tras otro, habitados todos ellos solamente por los cuerpos de los fallecidos que esperan una visita en el Día de Muertos. Al lado de un suntuoso templo se sitúa otro todavía más ostentoso.

Las familias de los narcos quieren que, en el Más Allá, sus muertos lleven un modo de vida semejante al que tenían cuando estaban en el mundo de los vivos. Y para que se sientan como cuando estaban entre nosotros, nunca está de más unas buenas columnas de mármol rosado, una sólida reja de acero inoxidable y una generosa balconada. Si a ello se le suma un sistema de aire acondicionado en buenas condiciones, el fallecido estará como en casa.

Por supuesto, los habitantes de este lugar no pueden permitir que la vivienda del vecino sea mejor y más grande que la suya. Y así se ha producido esta fiebre del ladrillo tras la muerte que ha convertido los Jardines de Humaya en uno de los lugares funerarios más kitsch del mundo y cobra un ambiente especial en este Día de Muertos.

Hay lugares para el descanso eterno que parecen templos griegos, otros se inspiran en las pirámides de Egipto y alguno parece un castillo medieval. Pero no hay que generalizar y tachar a los narcos y grandes hombres de negocios enterrados aquí de conservadores desde el punto de vista arquitectónico. Las nuevas tendencias y la vanguardia también tienen cabida en los Jardines de Humaya.

castillo

Del mismo modo que en la ciudad próxima, son cada vez más los que optan por soluciones más modernas para su vivienda eterna, con formas minimalistas dominadas por el mármol, el cristal y el hierro en su construcción. Los Jardines de Humaya también están a la última.

Construido en 1966 a las afueras de la ciudad de Culiacán, que no en vano recibe el sobrenombre de la «ciudad de las cruces», el pomposo cementerio es una buena muestra de la pujanza de la industria de la muerte en esta zona.

Y lo es hasta tal punto que, para trasladarse por el camposanto en una fecha tan destacada para el pueblo mexicano como el Día de Muertos, los familiares de los fallecidos tienen que hacerlo en un vehículo, a falta de un una línea de bus o de metro que permita desplazarse por el amplio lugar.

Nombres famosos

Entre los enterrados en los Jardines de Humaya hay personajes de gran renombre. Por ejemplo, Arturo Beltrán-Leyva, jefe del clan del mismo nombre y conocido como «Jefe de Jefes», protagonista de uno de los narcocorridos más famosos, interpretado por Los Tigres del Norte. Como curiosidad, a su funeral solo pudieron acudir mujeres por la enorme presencia militar que había en el lugar el día del entierro.

También en este camposanto están nombres famosos en el mundo de los narcotraficantes mexicanos como Héctor Luis «El Güero» Palma, uno de los antiguos líderes del cartel de Sinaloa junto al «Chapo» Guzmán; o Ignacio Coronel, otro de los grandes nombres de la banda criminal.

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