La reina Isabel interviene en el supuesto enfrentamiento entre Meghan y Kate
La monarca ha decidido que la familia real al completo celebre la Navidad en Sandringham House
Hace ya varias semanas que empezaron a airearse los trapos sucios del palacio de Buckingham. Después de que la historia de amor real entre el príncipe Enrique y Meghan Markle se consolidara el pasado mes de mayo, la prensa británica se encargó de empezar a ventilar la mala relación que existe entre la duquesa de Sussex y Kate Middleton.
Según The Telegraph, durante la prueba del vestido que la princesa Carlota iba a llevar a la boda de Meghan como dama de honor, la duquesa de Cambridge pasó un mal momento y terminó llorando. Aunque se desconocen los motivos del incidente, la amarga anécdota sacó a la luz la mala relación de las cuñadas que, supuestamente, podría haber llevado a los duques de Sussex a tomar la decisión de abandonar Kensington para trasladarse a Frogmore Cottage, en Windsor.
Pero la tensa relación entre las duquesas podría llegar pronto a su fin. Según informa Europa Press, la reina Isabel ha decidido intervenir en la supuesta mala relación entre ambas. La matriarca ha dispuesto que la familia se reúna para Navidad, lo que obligará a Kate Middleton y a Meghan Markle a dejar de lado sus diferencias.
Al parecer, la monarca ha dispuesto que la familia real al completo celebre las Navidades en Sandringham House, por lo que a Meghan no le quedará más remedio que coincidir en estas fechas tan señaladas con su familia política.
Esta decisión ha sido interpretada como un intento de la reina para mediar en el supuesto enfrentamiento de las cuñadas.
Cuando Meghan hizo llorar a Kate antes de la boda
Martín BastosLa relación entre ambas no es tan cordial como se hace ver de puertas afuera
Ayer se cumplió un año del anuncio oficial del compromiso entre Meghan Markle y el príncipe Enrique y la imagen del cuento de hadas que rodeó a su historia ya ha tocado a su fin. Ahora los trapos sucios empiezan a airearse fuera de palacio. Hace unas semanas supimos que la asistente personal de la exactriz, Melissa Touabti, abandonó repentinamente su trabajo. También nos enteramos de que la negativa de Isabel II a prestarle la tiara de esmeraldas que ella quería desató la ira de los duques de Sussex y levantó las alarmas sobre el fuerte carácter de Markle. El Telegraph londinense acaba de revelar que la relación entre Meghan y Kate Middleton tampoco es tan cordial como se hace ver de puertas afuera. A principios de año, durante la prueba del vestido que la princesa Carlota iba a llevar a la boda como pequeña dama de honor, Kate acabó llorando, aunque no ha trascendido por qué. Es cierto que la duquesa de Cambridge acababa de dar a luz al príncipe Luis y a veces las hormonas pueden poner los sentimientos a flor de piel, pero el runrún sobre la mala relación de las cuñadas sigue dando vueltas por la corte. El Mail on Sunday asegura que ambas son «dos personas muy diferentes que realmente no se llevan bien». De hecho, se apunta a que esa mala relación es una de las causas de la repentina mudanza que han emprendido Enrique y Meghan para dejar el palacio de Kensington, donde comparten residencia con otros familiares en distintos apartamentos. Ahora se trasladarán a Frogmore Cottage, en Windsor, una propiedad del siglo XVII donde hace un año la pareja se hizo la sesión de fotos oficiales de su compromiso y donde celebraron la fiesta nupcial en la noche de su boda. Después de algunas reformas que abonará la abuela, el año que viene la pareja se trasladará a su nueva casa en busca de intimidad y espacio para el bebé.
Comentarios