La tronchante historia de una madre perdida en el Metro de Madrid
El tuitero Willi Depu arrasa en la red con la desternillante historia de la desaparición de su madre en el metro de Madrid
«Me aburro y os voy a contar cuando mi madre se perdió en el metro y estuvo 4 horas pérdida». Así comienza la historia del tuitero Willu Depu (@Guille_FerRam) sobre como una visita de su madre a Madrid desde Cádiz acabó en una hilarante historia sobre la desaparición de su madre en el Metro de Madrid. Willi relató a través de Twitter la angustia que sufrió durante las cuatro horas que estuvo desaparecida Rogelia, su madre, en el metro de Madrid.
Tras años viviendo en la capital, su madre, que vive en Cádiz, decidió ir a visitar a su hijo aunque ella dice que «ella allí lo tiene todo». Tres años después de que sucediese y habiéndolo contado tan solo en la intimidad, el tuitero se lanzó a la piscina para relatar una historia desternillante vista desde la lejanía.
Willi decide llevarse a su madre de tiendas por el centro de Madrid. Dada la cantidad de que gente que había ese día utilizando el metro, le propone a su madre que se amarrase fuerte a él para combatir la corriente de gente, pero cuando miró para atrás la que estaba agarrada a él ya no era su madre, sino un señor «senegalés o guineano». «Solo me dio tiempo a hacerle gestos con la mano a ver si me entendía», reconoció. Tras buscarla de arriba a abajo en la estación de Sol, Willi decidió volver a la estación de origen, en Atocha donde la desesperación le llevó a acudir a los servicios de atención al cliente y más tarde a la policía. Esta es la historia de la desaparición de la madre de Willi:
Tres horas recorriendo el metro de arriba a abajo con la desesperación creciendo a medida que avanzan los minutos... por fin las buenas noticias llegan. «Hemos encontrado a una señora bajita, con moño, un echarpe marrón, una bolsa de Berska que solo dice 'ay virgen del Carmen' entre sollozos. Ay que esa es mi madre!!! Donde está!!!»
La mejor parte de la historia llegó cuando Willi se enteró de la historia que su madre Rogelia le había contado a la Policía, y que Rogelia justificó ante las autoridades que «para una madre su niño siempre es su niño aunque tenga los huevos como la barba de un 'jister'».
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