Salvador Sobral sobre la canción de Israel: «Es una música horrible»
A punto de ceder el trono de Eurovisión, el intérprete de «Amar pelos dois» habla sin tapujos de cómo ha vivido este último año
Salvador Sobral marcó un antes y un después en Eurovisión. Su calidez y su simple puesta en escena en la que lo único importante era su voz, fueron capaces de hacer rendir a toda Europa y conseguir algo hasta el momento inaudito: que Portugal ganase el festival. Sobral fue capaz de darle la vuelta a un concurso estereotipado en un estilo de música ya revenido, donde los juegos de luces, las purpurinas y los vestidazos quedaron de lado, para encandilar al público con su Amar pelos dois, un ejemplo perfecto de que menos es más.
A punto de ceder su trono, Salvador Sobral ha concedido una entrevista al diario portugués Público donde analiza como ha sido este año para él y en el que solo espera «dejar de ser considerado como el ganador del festival y volver a ser solo el Salvador Sobral de la música». El próximo sábado en el Altice Arena de Lisboa, el ganador de Eurovisión volverá a subirse a ese escenario para cantar con uno de los artistas que más admira, Caetano Veloso. Visiblemente emocionado con ello, el artista portugués anuncia que «vamos a cantar mi nuevo sencillo llamado Mano a Mano y Amar pelos dois».
El artista portugués es diferente, intimista, suyo... al que la fama no le interesa puesto que solo quiere hacer lo que más le gusta en la vida, la música. De hecho, sobre su relación con la fama reconoce que no fue nada fácil tras ganar Eurovisión. «Cuándo llegué a Portugal, después de la victoria, fue duro. Lloraba. Me decía a mí mismo: ¿qué es lo que he hecho? No podía salir a la calle. Pero después el timpo fue pasando, estuvo todo aquel tiempo en el hospital a causa de la operación y la gente fue percibiendo más o menos como soy, y me respetan», apunta.
El pasado mes de diciembre se sometió a un inevitable trasplante de corazón y tras el cual reapareció con más ganas. «Ahora miro hacia atrás y no recuerdo nada. Mi mente decidió borrar todo», y reconoce que no sabe como pudo superar los casi cuatro meses de ingreso en el hospital y admite que «tuve miedo e incertidumbre. Es un cuerpo extraño que entra dentro de tu cuerpo. Es una locura con síntomas extraños. Después de la operación fue complicado».
Su voz va volviendo poco a poco, y está seguro que volverá a ser la que era, pero Salvador Sobral todavía tiene recuperación por delante. «Mi voz ha sufrido algunos cambios. Tenía retención de líquidos, una barriga muy hinchada y el diafragma muy alto. Ahora, como es obvio, perdí los líquidos, el diafragma y la voz de alteró. Desde marzo (sin decir nada a nadie) estoy tocando».
«La canción de Israel es un música horrible»
Salvador Sobral no niega todo lo bueno que le ha proporcionado participar y ganar en el festival de Eurovisión. «Me ha traído muchas cosas buenas. Fui a tocar a los festivales de jazz donde nunca soñaría tocar. Toqué en España en teatros lindísimos. En fin, cosas que no imaginaba y que debo a Eurovisión», pero aún así, reconoce una relación de «amor-odio» pero que «en la balanza de lo que esta experiencia me ha traído, vislumbro más cosas positivas que negativas».
Lo que si admite es que no conoce a los participantes de este año y solo conoce la canción portuguesa, interpretada por Cláudia Pascoal y la de Israel «por casualidad, porque Youtube me hizo verla. Cosas de la tecnología. De repente, Youtube creyó que me gustaría la canción de Israel, y entonces abrí aquello y me salió de allí una música horrible. Pensé: Youtube, muchas gracias, pero no es por aquí. Afortunadamente, este años, no tengo que oír nada».
Durante la primera semifinal de esta edición, los compañeros de edición de Salvador Sobral rindieron un homenaje con un emotivo vídeo en el que cada uno interpretaba un fragmento de su Amar pelos dois. Una canción que alimentó la esperanza del cambio en el festival pero que el artista luso no ve claro «no creo que haya cambiado algo. El año pasado, la gente decía: 'Ahora que ganaste, esto va a cambiar'. No creo, Tal vez en el futuro».
De hecho descarta que Portugal vuelva a ganar porque «es difícil por cuestiones políticas e incluso prácticas, porque no sé si el país tendría dinero para volver a recibir un festival de estos». Portugal está viviendo algo que hasta ahora desconocía y no es ser otra cosa que el anfitrión del festival de Eurovisión, y por ello, el músico luso siente cierta responsabilidad. «¿sabes lo que pienso muchas veces? Es horrible lo que te voy a decir, pero es verdad. ¡Pienso que si hay un ataque terrorista es culpa mía! En Lisboa, por suerte, nunca sucedió algo así, pero me encuentro con este tipo de sentimientos. Todo lo que envuelve esta semana es surrealista. El turismo aumentó un 40 % en mayo, lo que es una brutalidad. Nunca pensé que tenía esta dimensión».
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