La conmoción de Carme Chaparro o cuando la realidad supera a la ficción

Ese dicho de que la realidad supera la ficción cobraba en las últimas horas especial sentido, al menos para la periodista y escritora Carme Chaparro, que se mostraba conmocionada ante un suceso ocurrido en Madrid. Hace unas horas, los bomberos hallaban en el hueco del ascensor del Hospital de La Paz el cadáver de un hombre que llevaba varios días allí muerto, alertados por el fuerte hedor que desprendía el ascensor. Se trataría de un hombre de entre 50 y 60 años que no portaba ningún tipo de documento identificativo. Todo indica según las primeras investigaciones que no se trata de un trabajador del centro y llevaba ropa de calle. principio no es trabajador del centro y llevaba ropa de calle. También aseguran que el cuerpo, frente a lo que se había barajado en un principio, no portaba ninguna nota manuscrita. Podría tratarse de un suicidio o de un accidente, pero todas las líneas permanecen abiertas. 

Este hecho, que no dejaría de ser poco más que un suceso un tanto insólito, ha dejado totalmente conmocionada a la periodista y escritora Carme Chaparro y a parte de sus lectores, que enseguida reaccionaba mostrando su perplejidad ante un hecho muy similar al que narraba en su úlitmo libro, La química del odio. «No es la primera vez que escribo algo en esta novela y termina pasando», explicaba. «Estaba conduciendo y no paraban de entrarme mensajes en el móvil. He aparcado y ya he visto las capturas de pantalla. Me he quedado blanca», explicaba a la web de Teleicnco. 

La periodista y escritora explicaba que un hecho muy similar ocurrió en el hospital de Bellvitge en el año 1989, y que se basó en ese suceso para su novela, coincidiendo varios detalles con lo ocurrido en La Paz. «El cadáver en el foso del ascensor y que lo encuentran los técnicos. Es tan parecido...», añadió. Eso sí, se mostró muy sería y aseguró que lo último que pretendía era frivolizar sobre el tema «lo primero: mis condolencias. Mi más sentido pésame a la familia. Lo siento mucho», aseguraba. 

Eso sí, aseguraba que no se trata de la primera vez que «escribo algo en esta novela y termina pasando». «No creo en brujería ni en artes adivinatorias», añadía.