¿Quién es Eva Aizpurúa y por qué su foto se ha hecho viral?

A Eva Aizpurúa una inesperada carambola le ha jugado una más que buena pasada. Alguien la confundió con otra, se curró un montaje fotográfico, lo acompañó con un chiste fácil, abrió el Whatsapp, adjuntó y pulsó la tecla de enviar. Fue cuestión de horas. Notificaciones desbocadas. Teléfonos rozando la afonía. Y la imagen de una espectacular morena, que no, que no era la política de IU, que ni siquiera lo parecía, dando la vuelta al mundo, ilustrando, como imagen amable del partido, una jocosa conversación entre padre e hijo.

Lo importante no es quién se desorientó -o fingió una confunsión difícil de argumentar- e identificó a Eva Aizpurúa como una chica Berlusconi -porque la exhuberante señorita de la imagen, que ha desatado la imaginación del pueblo enfundada en un ajustado suéter castaño y recogiéndose el pelo en una coleta en lo que parece un salón de plenos, no es otra que la italiana Nicole Minetti, madame, dicen algunas lenguas, de Il Cavaliere-. La clave es que el chascarrillo pronto se hizo viral -hasta en la sopa- y la excoordinadora regional de Juventud de Izquierda Unida en Castilla-La Mancha le arrebató por unos días el puesto de política más deseada (y deseable) del momento a Arrimadas y Villacís.

Pero no se equivoquen. Antes de esto, el agraciado físico de Eva Aizpurúa ya tenía su particular club de fans. Y eso que la manchega lleva ya dos años alejada de la vida política tras haber congelado su trayectoria para centrarse en su doctorado. Poco más se sabe de ella. Desde el partido, recoge Vanitatis, se han limitado a censurar la «cosificación que se hace de la mujer con este tipo de mensajes» y a señalar que Aizpurúa es «una persona muy comprometida y totalmente involucrada con el partido», con una «gran profundidad personal y política».

Y Minetti, ¿qué sabemos de ella? La italiana era dentista. Se encargó de la reconstrucción de los dientes y la nariz de Berlusconi cuando este fue agredido por un hombre a la salida de un mitin en Milán. El ex primer ministro se encariñó con ella y la fichó como diputada en el Parlamento de Lombardía -donde, seguramente, le sacaron la foto de la controversia whatsappera-. A sus dotes en materia bucodental sumó así algunas destrezas políticas, después hizo sus pinitos como modelo de ropa interior y, al parecer, fue una de las chicas del bunga bunga del magnate italiano. Algunas publicaciones incluso la han relacionado con Cristiano Ronaldo. Incluso han insinuado que fue el detonante de su ruptura con Irina Shayk.