¿Juega al golf Paige Spiranac sólo porque es guapa?

Pocas veces el estreno de una golfista en el circuito profesional levanta algún tipo de revuelo. Ni siquiera aunque ese estreno en el cuarto torneo más importante del circuito europeo sea tirando a muy discreto. Pero si te llamas Paige Spiranac, acumulas una legión de seguidores en las redes sociales y además presumes de tu belleza, algunas cejas se levantan: ¿juega la estadounidense con las mejores simplemente porque es guapa, y su éxito en Instagram y Twitter llama a más patrocinadores?

Spiranac tiene 22 años y se formó en el prestigioso programa de golf de la Universidad de San Diego State. Desde allí se ha convertido en una estrella de las redes por su belleza y sus vídeos de trucos inverosímiles con los palos. Con sus fotos y vídeos presume por igual de habilidad en el deporte como de su cuerpo moldeado en sus años de gimnasta. Pero su nombre no figuraba precisamente en las quinielas para brillar una vez dado el paso al profesionalismo.

De ahí que la llamada del Omega Dubai Masters, el cuarto torneo de mayor cuantía económica en el circuito europeo, levantase todo tipo de suspicacias. Spiranac no sólo no había disputado todavía ningún torneo profesional, sino que nunca había jugado fuera de los Estados Unidos. Su falta de caché y de experiencia se convirtió pronto en un debate callado entre las jugadoras. La británica Laura Davies, de 52 años y con 84 torneos ganados en su carrera, no fue demasiado explícita pero leyendo entre líneas se puede ver cierta sorpresa por la presencia de Spiranac. «No podría distinguirla de una pastilla de jabón», espetó cuando le preguntaron si la conocía. «Obviamente he oído lo que otras jugadoras han dicho, pro no la conozco. La vi en la fiesta de las jugadoras la noche antes de arrancar el Dubai Masters, pero no hablé con ella. Pero le deseo buena suerte», continuó Davies.

«Si está aquí por cualquier otra razón distinta a que es una buena golfista, es un poco sinsentido. Pero tenemos que darle la oportunidad». Davies quiso esperar y los resultados, en parte, le han dado la razón. Spiranac firmó +5 en la primera ronda del torneo, lejos de cualquier oportunidad de pasar el corte. «Mi objetivo número 1 es no vomitar», confesaba antes del arranque del torneo Paige Spiranac, reconociendo los nervios por su estreno y por la expectación generada.

Spiranac creó su cuenta de Instagram el 10 de marzo de este 2015 y desde entonces acumula más seguidores que la número uno del golf mundial Lydia Ko, y sobre todo más que Michelle Wie, la estadounidense de origen coreano considerada la jugadora más mediática del mundo. Los patrocinadores se abalanzan sobre este escaparate de un deporte masivamente seguido en Estados Unidos, por licencias que se cuentan por decenas de millones. 

De ahí que la presencia de Spiranac de repente en la élite provoque alguna duda. Ni siquiera la propia jugadora permanece ajena a la polémica: «Sé de donde vienen las dudas. He jugado al golf y he tenido buenos resultados, pero cuando me comparas con las mejores del mundo, no estoy en la misma liga. Tienen el derecho a decir que no pertenezco al circuito, porque hasta ahora no lo era. Para mí es todo nuevo. Pero me gustaría que vieran que trabajo lo más duro que puedo». 

Spiranac muestra su voluntad de convertirse en una jugadora respetada. Por ahora, su único título es la de atleta más atractiva del mundo que le dio una revista estadounidense. La golfista lucha contra su imagen desde el minuto uno de su carrera.