La mítica bolsa azul de Ikea tiene los días contados

La famosa bolsa azul de Ikea que seguramente muchos tendrán en su casa tiene los días contados. Sí, es resitente, cómoda de llevar y con una gran capacidad, pero Ikea ha decidido sustituirla por una nueva, que llegará a las tiendas próximamente. 

El gigante sueco ha encargado a la firma italiana Off-White el diseño de la que buscan que sea también un elemento fácilmente reconocible, como lo ha sido hasta ahora la actual bolsa azul.  Y por lo que han mostrado en las redes sociales tanto Ikea como los creativos que ya trabajan en ella, no tendrá absolutamente nada que ver con la actual.

Ikea apuesta por usar su otro color corporativo, el amarillo, para dar forma a su próxima bolsa. Además en una clara apuesta por el reciclaje y el medio ambiente, huye del plástico y será de cartón. con un fondo en color marrón claro y con la palabra Scultupture en letras grandes y negras en un lado. 

En lo que sí coincide con la actual bolsa azul modelo Frakta es que será enorme, tal y como ha mostrado en un vídeo en Instagram su creador, Virgil Abloh. 

El objetivo de esta nueva bolsa es «ayudar a los millenians que están empezando a vivir sus propias vidas a construir sus hogares». El cambio de diseño probablemente se deba a un intento de la marca de ajustarse un poco más a los gustos de sus nuevos y futuros compradores, dejando de lado la conocida bolsa azul, que algunos asocian ya a otra época, como puede ser la de sus padres. 

La bolsa azul que inspiró a Balenciaga

Antes de que la bolsa azul desaparezca completamente de las tiendas Ikea, hay que recordar que pasará a la historia por haberse colado en el mundo de la moda. Y es que en abril, Balenciaga lanzó una nueva línea de bolsos, que recuerdan mucho a la bolsa de la multinacional sueca. 

Del mismo color azul brillante y con dos pares de asas para modular la carga de peso, uno de los nuevos bolsos que ha sacado la firma Balenciaga ha creado un debate sobre su enorme parecido a la bolsa Frakta. Eso sí, entre ambas hay una diferencia importante: el precio. Y es que mientras que la de Ikea se puede adquirir por cincuenta céntimos, la de Balenciaga no está al alcance de la mayoría de los bolsillos. El tote bag Arena se encuentra en el mercado por unos 1.700 euros. Tampoco el material tiene mucho que ver. Y es que el Balenciaga está hecho de piel, mientras que la más barata de las dos se conforma con el plástico.

El parecido razonable entre ambas no es fruto de una equivocación. En esta ocasión a la empresa no se le ha ido de las manos. Y es que no es la primera vez que la firma cuela entre su colección algún objeto con parecido razonable. El nuevo director creativo de la firma de lujo, Demna Gvasalia, es todo un experto en transformar iconos de la cultura popular en objetos de lujo. Ya el año pasado se inspiró en la típica bolsa de la compra que los tailandeses utilizan para ir a la compra (cuyo precio es de dos euros) para sacar al mercado otro bolso por 2.000 euros.