La historia de amor prohibido de Jimena y Shaza, portada de «Interviu»
Las jóvenes consiguieron huir de Dubái escapando del padre de Shaza y pasaron tres días detenidas en una prisión turca por su condición sexual
Jimena y Shaza, la pareja de lesbianas que fue retenida en Estambul por su condición sexual, se han convertido en las protagonistas de la portada de Interviu de esta semana. Después de conseguir escapar de la intransigencia de los Emiratos Árabes y del padre de Shaza, la pareja saltó a la primera línea de actualidad tras permanecer retenida en Turquía.
En la ciudad turca, a la que llegaron intentando escapar de las amenazas del padre de Shaza, permanecieron durante tres días detenidas e incomunicadas. Su único delito era quererse. Y ahora, ya seguras en España, comienzan una nueva vida.
Una vida en la que ya no tendrán que disimular su relación. De hecho, la pareja ya prepara su boda en Málaga y, según han explicado a la revista Interviu, planean en los próximos meses iniciar proyectos para apoyar causas contra la discriminación sexual.
Una odisea por tres países por amor
La historia de amor de ambas comienza a truncarse en el mes de abril. María Jimena Rico, de 28 años, nacida en Argentina y de padre español, viajó junto a Shaza, de 21, hasta Dubái para visitar a la madre de esta última, que, al parecer, estaba enferma; una enfermedad que, sin embargo, resultó ser un plan orquestado por el padre de Shaza para retener a la egipcia en ese país, en el que reside la familia.
Pero la verdadera pesadilla de Jimena y Shaza comienza a mediados de abril, cuando intentan volar desde Dubái a Londres, con una escala en Tiflis (Georgia). Ambas intentaban escapar del país después de que el padre de Shaza las denunciara ante las autoridades de Emiratos Árabes Unidos por su relación homosexual.
En el aeropuerto de Tiflis, y pocos minutos antes de continuar su viaje a Londres, las jóvenes fueron interceptadas por el padre de Shaza y una abogada. Es en este momento en el que el padre de Shaza destruye el pasaporte de Jimena para evitar la huída de la hispano-argentina y de su propia hija. Ambas deciden en ese momento escapar e intentar cruzar a pie la frontera hacia Turquía, donde toman un autobús hasta Samsun, en la costa del Mar Negro. Es allí donde su viaje empieza a complicarse. La Policía turca las detiene al haber entrado al país sin documentación.
Tras más de doce horas de arresto, ambas quedan en libertad y viajan en autobús hasta Estambul, donde son detenidas de nuevo por la policía turca, que las lleva hasta un centro de deportación. Después de que el Gobierno español presionara a las autoridades turcas para la liberación de ambas, el cónsul de Estambul se personaba en el centro donde estaban retenidas para permitir que salieran del territorio turco. Pocos días después, sanas y salvas, aterrizaban en Málaga, donde ahora inician su nueva vida.
Shaza todavía tiene que arreglar su situación en el país. La joven egipcia posee un permiso temporal de estancia en España, pero ya ha solicitado el asilo político por cuestiones ideológicas. Y es que la egipcia no puede volver a Emiratos Árabes porque tiene pendiente una denuncia por su orientación sexual.