Lo que los padres no saben del mordedor Sophie

La jirafa hecha con goma natural y pensada para calmar la dentición de los bebés ha amargado a más de un padre cuando ha descubierto su secreto


Sophie es un jirafa hecha con goma natural que revolucionó los juguetes para bebés. Pensada para los bebés a los que comienzan a salirles los dientes, causó furor en el mercado por el hecho de su simplicidad. La empresa francesa que lo fabrica, la compañía Vulli, cuadriplicó sus ventas desde que en 2006 comenzó a comercializarla fuera de Francia.

La clave del éxito de Sophie está en que es capaz de estimular los cinco sentidos del niño. El oído, porque chilla cuando la aprietan; la vista, por sus contrastes de color, el olfato, por su propio olor a goma natural; el tacto, porque es fácil de agarrar y es suave, y el gusto porque su principal función y éxito radica en que está pensada en los bebés la chupen y la muerdan, para así calmar su proceso de dentición. Y ahí surgió la polémica.

La revolucionaria jirafa causó la indignación de varias madres que descubrieron algo inesperado. Una de ellas, mientras limpiaba la jirafa, se percató de que desprendía un olor desagradable por el pequeño agujero del juguete. Dana Chianese, dentista pediátrica y que más de una vez había recomendado este juguete a sus pacientes, no salió de su asombro al comprobar lo que había en el interior de Sophie. Según la web Good House Keeping, la mujer descubrió que lo que producía tal olor era una capa tremenda de moho. «Decidí cortar a Sophie por curiosidad y descubrí un experimento científico viviendo en el interior», afirmó Dana.

Chianese dice que siempre limpia el juguete según las instrucciones, usando agua caliente y jabonosa con una esponja húmeda y nunca sumergiéndola en agua. «Todavía me duele el corazón saber que durante meses permití que mis bebés masticaran juguetes mohosos», dijo. Desde que alertó de esto, han sido varios los padres que han querido comprobar si a ellos les sucedía lo mismo y las respuestas no tardaron en llegar.

Según informan los fabricantes, «el juguete está realizado con caucho 100% natural, por lo que su instrucciones de uso deben de ser cuidadosamente respetadas. Como se indica en su embalaje y en el folleto explicativo dentro del mismo, se recomienda limpiar la superficie de Sophie con agua jabonosa en un paño humedecido. Esta no debería de ser sumergida en agua ni esterilizar, para evitar que el agua entre en su interior, al poderla dañar». 

Desde Vulli sostienen que «no es posible que la saliva pueda causar el tipo de formación de moho que se muestra en las imágenes» y garantizan que «la seguridad de los niños y la satisfacción de sus padres es la principal prioridad».

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