Sia recupera a su niña
La cantante que nunca enseña su rostro vuelve a recurrir a su alter ego en miniatura, la pequeña Maddie Ziegler, para una actuación en un programa de televisión
La primera vez que escuchamos a Sia, algunos incultos creímos que aquel torrente de voz que contaba hasta tres, una y otra vez, y después nos obligaba a beber («one, two, three, one, two, three, drink») procedía directamente y en cascada de las amígdalas de ese prodigio de niña que bajo una peluca platino hacía piruetas -voltereta lateral aquí, pino puente allá- en una sucia y desordenada sala de estar. Asistíamos hipnotizados al videoclip de Chandelier, el hit que catapultó a la artista australiana a los primeros puestos de las listas de ventas de todo el mundo. Pero Sia ya había firmado antes del 2014 otros cinco y ovacionados discos. Y aquí nadie le ponía cara.
La pequeña bailarina de mallas y flequillo recto no era Sia, descubrimos enseguida. Y entonces ¿a quién pertenecía aquel perfecto aullido? Tarde. La australiana había decidido ese julio -hace un año y medio- no enseñar su rostro nunca más. Canceló tours promocionales de plató en plató, se negó a dar conciertos y llegó a actuar en televisión de espaldas a la cámara. Para sus vídeos eligió un alter ego bajito y muy inquieto, la niña Maddie Ziegler, con la que contactó a través de Twitter y quien, desde entonces, quedaría asociada irremediablemente a sus canciones.
La alianza fue eficaz, pero no duradera. La versión niña de Sia repitió episodio con la superventas en su siguiente videoclip, Elastic Heart, una controvertida pieza, empañada por la sombra de la pedofilia, en la que Ziegler -misma fórmula, misma peluca, mismo body color carne- ejecutaba asombrosas cabriolas junto al actor Shia LaBeouf.
Le siguió Big Girls Cry. Otra vez peluca rubísima y flexibilidad a tope. Pero la cosa se quedó ahí. Cerrada la trilogía, la australiana lanzó Alive, infiel a Ziegler, abanderada por otra pequeña, esta vez karateka. Y dejamos de tener esperanza. Y nos convencimos de que nunca más disfrutaríamos de los frutos de aquel provechoso y fabuloso trato.
Nos equivocamos. Este martes, Sia y Ziegler volvieron a unir sus fuerzas. Lo hicieron durante una actuación en el programa de televisión Ellen. La bailarina, en plena forma. La australiana, oculta tras una cortina.