La cuantiosa razón por la que Alba Carrillo aún sigue en «Supervivientes»

La elevada multa económica que tendría que pagar al abandonar voluntariamente el reality la dejaría en la absoluta ruina


Que Alba Carrillo después de su órdago del jueves pasado no iba a abandonar Supervivientes estaba más que cantado a pesar de la tremenda pelea con Laura Matamoros. A la modelo le interesa mucho más pasar hambre y penalidades en Honduras que volver a España y entrar en el plató por la puerta de atrás después de dejar el concurso de forma voluntaria.

La razón fundamental por la que Alba Carrillo no dejó Supervivientes es el dinero, y ahora la revista Lecturas ha puesto nombre y apellidos a las cantidades que se embolsa la modelo semanalmante y la elevada multa a la que tendría que hacer frente.

Cada semana que Alba Carrillo pasa en Honduras cobra 26.000 euros, un caché nada desdeñable y seguramente muy superior al de su madre, Lucía Pariente, que ya está en España tras ser expulsada primero y después renunciar a medirse a Paola Caruso, que lleva días apartada del grupo. Pero lo que ha frenado sus impulsos a coger su saco y volverse a España ha sido la penalización que tendría que afrontar si lo hiciese de forma voluntaria: 100.000 euros. Una cifra que supondría según la revista, una auténtica ruina económica de la que no sería capaz de salir ni Alba Carrillo ni su familia, a la que ella mantiene.

Los otros motivos de Alba Carrillo para seguir

¿Y si hubiese algo más en juego: como por ejemplo, su fichaje como colaboradora en Telecinco? Bien es sabido que en la cadena que dirige Paolo Vasile no dan puntada sin hilo, y muchos de los que han pasado por los diferentes realities de la cadena, han vuelto a su vida con un jugoso contrato de colaborador o presentador en alguno de los programas de Telecinco. Algunos ejemplos recientes son Carlos Lozano, que tras su salida de GH VIP presenta ahora Granjero busca esposa, o otros más recientes como Toño Sanchís o Irma Soriano, que colaboran asiduamente en El programa de Ana Rosa y Sábado Deluxe, respectivamente. No es tan improbable que Alba Carrillo haya negociado una silla en algún programa como colaboradora, hay que recordar que ya copresentó el pasado verano Hable con ellas. Eso sí, ese fichaje podría estar unido con alguna cláusula a una permanencia mínima en Supervivientes, y desde luego, bajo en ningún caso se contemplaría con un abandono voluntario.

Y no solo a Alba Carrillo no le interesa económicamente dejar Supervivientes. Al propio programa de Telecinco tampoco parece venirle bien que ella deje de ser concursante, ya que Alba Carrillo, por si alguien lo dudaba aún, se ha revelado como una de las gallinas de oro de todo el elenco de concursantes. En su corta estancia en la isla ya se ha enfrentado a Gloria Camila y a su novio Kiko (ayudada por su madre); y a Laura Matamoros durante la publicidad de la última gala, lo que fue el detonante de su amago de abandono. Cuánto más tiempo pase Alba Carrillo en la islas, más ayudará a Supervivientes a mantener los buenos datos de audiencia que viene cosechando desde su estreno. Y Alba Carrillo ya ha demostrado que puede dar mucho más en un programa que casi acaba de comenzar.

Pelea de Alba Carrillo y Laura Matamoros

Una escandalosa y vergonzosa pelea, por los insultos, en la palapa, con Laura Matamoros, Alba Carrillo y Lucía Pariente de protagonistas, hizo saltar por los aires Supervivientes el pasado jueves. 

La ex de Feliciano López decidía abandonar el concurso y su madre lo hizo después de que el público la expulsase. 

Todo ocurrió la noche del jueves en directo. Durante una pausa para la publicidad en la palapa se montó, y bien. Lucía Pariente comentó algo sobre Kiko Matamoros y su hija, Laura, saltó contra Alba Carrillo: «aquí la única que vendes eres tú, que vendes hasta como follas, que vendes hasta como follas... ¡asquerosa!».

En ese momento, harta de los insultos, Lucía le dijo a su hija si cogían el saco y se iban y así lo hicieron. «¡A tomar por el culo! ¡Se acabó el programa!» dijeron ambas mientras abandonaban la palapa. 

«Si vende su vida, que acarreé con lo que lleva» dijo Laura Matamoros mientras ambas se iban. «No tienen dinero para pagar la multa, no van a abandonar», apostilló.

Jorge Javier Vázquez comenzó entonces un largo proceso para intentar convencer a Alba Carrillo de que no abandonase el programa pero madre e hija se mostraban decididas a abandonar Supervivientes.  «No hay posibilidad, Jorge, no hay posibilidad», decía Lucía mientras el presentador insistía en que quería hablar solo con Alba.

La tensión iba en aumento. En Honduras y en el plató donde estaba Jorge Javier Vázquez. «Me estoy cabreando, me estoy cabreando muchísimo… ¡Estoy hablando yo! Alba te estoy hablando y si tienes un mínimo de educación deberías girarte y mirar a la cámara porque te estoy hablando…», insistía el presentador.

Al final Alba Carrillo accedió a hablar con Jorge Javier Vázquez que le ofreció la posibilidad de seguir concursando en Supervivientes.  «Estoy asqueada, sin ganas, quemada…», le dijo Alba Carrillo. «Estoy hasta las narices de oír cosas que no son, de gente que no me conoce de nada… Ya me he cansado. Me voy a hacer mi vida normal porque yo no necesito esta mierda…», señaló enfadadísima la ex de Feliciano López.

Tras esta conversación en directo, Jorge Javier Vázquez anunció a Lucía Pariente que era la segunda expulsada de Supervivientes y le dijo que tenía que batirse en duelo con la «zombi» Paola Caruso pero la madre de Alba decidió tirar la toalla y abandonar el concurso. 

Tras el abandono de Lucía, Jorge Javier Vázquez intentó convencer a Alba Carrillo, por todos los medios, para que siguiera en el reality. Con súplicas, halagos o avisándole incluso sobre posibles malas consecuencias. También la prima de la modelo, Almudena, desde el plató, intentó mediar en el conflicto. 

«No puedo, de verdad. Almu porfi, te lo pido. No me rindo, me voy de aquí», decía una y otra vez Alba Carrillo.

Finalmente la dirección del programa, que no está dispuesta a perder a la «gallina de los huevos de oro», obligó a Alba Carrillo a tomarse cuatro días de reflexión a la fuerza en la llamada Zona Muerta y el domingo la modelo le comunicará a Sandra Barneda su decisión final.

Pelea de Alba Carrillo y Gloria Camila

La tensión se convirtió en la gran protagonista de Supervivientes 2017 a los tres días de empezar. Y todo por una bronca monumental entre Alba Carrillo y Gloria Camila en la que hubo descalificaciones, alusiones malintencionadas hacia familiares e incluso un empujón que la agredida, la exmujer de Feliciano López, calificó de agresión.

El ambiente en Supervivientes 2017 se caldeó cuando Alba Carrillo se plantó en plena prueba de recompensa por un ataque de asma. La desesperación por la falta de comida provocó el enfado de Gloria Camila y su novio Kiko, y tras un cruce de reproches, la discusión comenzó a subir de tono. Del «qué rastrero es ir a un plató de televisión a hablar de su expareja» se pasó al «por lo menos mi padre no ha estado nunca en la cárcel» sin que las descalificaciones y los insultos dejasen de intercalarse entre el intercambio de ataques dialéctico.

Nada más escuchar la alusión hacia su padre, Gloria Camila se dirigió hacia Alba Carrillo, le propinó un empujón y le espetó un «¡que te parto la cara!». Los familiares de ambos, lejos de tratar de amainar la tensión entre ambas se dedicaron a echar más leña al fuego y avivar un conflicto sin precedentes en Supervivientes.

Kiko, el novio de la hija de Ortega Cano, salió en defensa de su pareja con un ataque hacia la modelo acusándola de ir «a la caza de famosos». «Es como si yo te digo que tú has buscado un bombo para vivir toda la vida de ello y que buscas a hombres famosos para agarrarte a este mundo, porque intentaste ser una supermodelo y te quedaste en el amago», le reprochó el extronista a Alba Carrillo. Y fue nombrar a su hijo, o a «su bombo» más bien, para que la modelo entrase en cólera y se colocase cara con cara con el novio de Gloria Camila para decirle «a mi hijo tú no le llamas bombo, el bombo lo habrá tenido tu madre». Tras el conflicto, Alba Carillo y su madre, Lucía Pariente, pidieron abandonar Supervivientes 2017.

Las broncas siempre han formado parte de Supervivientes, pero en esta ocasión la organización aprovechó la petición de madre e hija de abandonar el cayo hondureño para apartar a las dos parejas enfrentadas durante 24 horas e invitarlas a reflexionar sobre lo sucedido. Tras la consiguiente bronca en directo de Jorge Javier Vázquez y un castigo para cada una -Gloria Camila se trasladó al equipo del infierno y Alba Carrillo tendrá que vivir aislada y dependiendo de Kiko para su alimentación- la expareja de Feliciano López y su madre decidieron continuar en el concurso.

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