El orgullo de Íñigo Errejón por la intervención de su madre en la Universidad de Podemos
María Ángeles Galván fue una de las ponentes principales de la conferencia «Feminizar la política» y concluyó su discurso con el característico «Sí se puede» y el símbolo de la victoria
María Ángeles Galván, Angy, además de ser una de las integrantes del círculo de Podemos en la localidad madrileña de Collado Villalba, es la madre de Íñigo Errejón, uno de los fundadores del partido y actual secretario de política de la misma. Recientemente ha participado como ponente en la Universidad de Podemos, según la propia institución morada, «un espacio de reflexión y debate colectivo» que se celebró a finales del pasado mes de septiembre en las instalaciones de la Complutense.
Un orgulloso Íñigo Errejón presumió de madre tuiteando un vídeo con parte de su intervención.
Angy sostiene un micrófono con las dos manos y comienza a hablar. «Los derechos civiles de los negros, lo cierto es que los negros luego salían a la calle con un cartel terrible: 'Soy un hombre'. Pero las mujeres negras decían: 'Hemos cuidado de nuestros hijos y nuestros maridos. Hemos cuidado de los maridos y los hijos de las blancas. Ahora vamos a cuidar de nosotras'. Entonces nosotras hemos dicho eso: 'Ahora vamos a cuidar de nosotras'. Pero ojo. ¿Qué es cuidar de nosotras? ¿Ir a la pelu? ¿A un masaje? ¿Darte un caprichito? ¿Comprar unos pendientes? No, compañeras. Cuidar de nosotras es ponernos en plan de igualdad y luchas pòrque nuestros derechos se respeten. Porque nuestros derechos y los derechos de nuestras hijas y de nuestras nietas sean respetados. Porque vivamos en una sociedad que respete la igualdad. Eso es cuidarnos a nosotras mismas, y eso es lo que vamos a hacer, y lo que vamos a hacer en Podemos y lo que estamos dispuestas a ayudar hasta el final de Podemos».
Tras recibir aplausos de la audiencia, concluye su intervención recitando Radiografía, un poema de la cordobesa Juana Costa, que dice así:
«Los libros que leíste. El miedo
de las noches, las banquetas
de encina, tu pasar
encorvado que escondías
de todos los muchachos. Las dos oposiciones,
los niños, cuatro partos, mil anginas y cincuenta
kilogramos servidos de embarazo.
Las bosas de la compra.
Las prisas y tus sueños. Tu almohada
de espinas. Tu aprender
de la muerte. Quirófanos, estrellas,
las horas de cocina y el limpiar
el pescado cada tarde, los sábados.
Exámenes. Mudanzas. El tacón
del domingo, los renglones
torcidos que escribías
trasnochando y las veces
que alzaste desde el suelo, sostenidas en vilo,
dos arrobas de llanto,
Todo eso está inscrito, aunque nadie lo vea,
en ese claroscuro que revisa
tu médico. Ya se sabe, los años?
sí señor, mi esqueleto
ha vivido conmigo cada instante
y hoy me pasa factura. Pues los huesos,
mejor que en un diario,
registran nuestra historia como nadie».
Angy finaliza: «Y eso es todo. Adelante, compañeros, adelante. Porque sí se puede». Y comienza a gritar el famoso 'Sí se puede' con el brazo derecho en alto haciendo el símbolo de la victoria, tan característico de la corriente en Podemos liderada por su hijo, frente a la de Pablo Iglesias, que prefiere levantar el puño.