La polémica boda del mafioso que aterrizó en helicóptero en el centro de su pueblo

El casco urbano se cerró al tráfico sin permiso municipal para acoger la llegada de Antonio Gallone «Nono», miembro de la familia Mancuso

EFE

El derroche va en sus rasgos genéticos. Si el año pasado fue el fastuoso funeral del capo Vittorio Casamonica -música de El Padrino, lluvia de pétalos de rosa y una carroza azabache tirada por seis caballos- el que nos dejó patidifusos durante un par de días, esta semana es la boda de otro mafioso la que nos reafirma en la creencia de que ni el guión más exagerado del mundo superará nunca la realidad.

Al «rey de Roma» lo enterraron de blanco un caluroso día de verano. La policía municipal escoltó al cortejo fúnebre en pleno año 2015; el tráfico cortado, un helicóptero sobrevolando la procesión. La tormenta política fue sonada, pero, visto lo visto, de poco sirvió. Este fin de semana, un helicóptero aterrizó en la puerta de la iglesia de Nicotera, un pueblo del sur de Italia. De él se bajó Antonio Gallone Nono, miembro de la familia Mancuso, el clan calabrés que controla la zona, y su pareja para, a continuación, adentrarse en el templo y contraer matrimonio. El centro histórico de la localidad, sin coches. Acotado por vallas municipales. El lugar, atestado de invitados.

Al parecer, los novios y su comitiva se plantaron en el centro del pueblo en un Ferrari de color rojo y un Maserati negro, según el relato del diario local Il Quotidiano del Sud, se subieron al helicóptero y partieron con destino a las cercanas Islas Eolias, donde realizaron un reportaje fotográfico. Posteriormente aterrizaron de nuevo en Nicotera sin contar con el correspondiente permiso.

De nuevo, una espectacular celebración con la mafia como protagonista ha levantado ampollas en el país mediterráneo. La Fiscalía de la provincia de Vibo Valentia ha abierto una investigación sobre el tema después de que varios diputados pidiesen al Gobierno que indagase en las circunstancias en las que se permitió el aterrizaje, pero todos los implicados echan balones fuera. El alcalde del pueblo, Franco Pagano, se desentiende del show y asegura no haber firmado autorización alguna para cortar el tráfico y permitir el aterrizaje en la plaza. Sí reconoce que se solicitó un permiso para hacerlo en un campo de deportes próximo, pero que los novios terminaron en la plaza. El responsable de la Policía de Tráfico, Gregorio Milidoni, también asegura no saber nada, sin embargo la versión de los proveedores del helicóptero es muy distinta. Confirman haber recibido todos los permisos para sobrevolar el lugar y tomar tierra.

Il Quotidiano del Sud asegura que las operaciones de aterrizaje en el centro del pueblo fueron dirigidas por Enrico Abagnale, el piloto que curiosamente manejaba el helicóptero que acompañaba a la comitiva fúnebre Roma. En las imágenes subidas a Facebook por la empresa que alquiló los automóviles de lujo se puede apreciar el momento del aterrizaje del helicóptero en la pequeña plaza de Nicotera y cómo los novios saludan a la cámara.

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