Esta es la cara que pone un feto al escuchar a Soraya

A partir de la semana dieciséis, el feto comienza a oir sonidos. La mayoría proceden del interior del cuerpo de la madre -los latidos, la respiración o su voz-, pero también del exterior. Eso sí, muy amortiguados y distorsionados. Como un susurro. El útero es un espacio muy protegido del exterior, compuesto por varias capas blandas, por lo que, aunque nos empeñemos en ponerle música a todo trapo o colocar auriculares sobre el vientre materno, el futuro bebé solo percibirá un leve rumor. Según el Instituto Marqués, el feto solo es capaz de percibir las ondas sonoras si estas le llegan a través de la vagina. ¿Cómo conseguir que el sonido entre por tal vía? Con un dispositivo que, obligatoriamente, debe colocarse dentro de ella.

La vagina es un espacio cerrado, por lo que el sonido no se dispersa en el ambiente. Colocando en ella un altavoz, el bebé será capaz de oír los sonidos casi con la misma intensidad y claridad con la que se emiten. Específicamente para ello se ha diseñado el Babypod, un dispositivo que reproduce música a 54 decibelios -el volumen de una conversación en tono bajo o a un hilo de música ambiental- y que provoca en el feto curiosas reacciones. Los futuros recién nacidos abren la boca y hasta sacan la lengua. ¿Estarán tarareando las canciones?

Soraya Arnelas, exconcursante de Operación Triunfo, se ha convertido estas Navidades en la primera afortunada en probar el Babypod con música en directo. La rubia extremeña ha ofrecido el primer concierto de la historia para fetos, interpretando un repertorio de villancicos ante un grupo de embarazadas con el dispositivo dentro de sus vaginas.