El photobomb de la mujer de Pedro Sánchez a Errejón

Quién le iba a decir a Pedro Sánchez que el día después del debate a tres previo al comienzo de la campaña electoral, lo más sorprendente haya sido la entrada en escena de su mujer, Begoña Gómez. Caracterizada por mantenerse siempre en un segundo plano, la esposa de Pedro Sánchez encontró su momento de gloria ayer, durante una entrevista a Iñigo Errejón.

Durante las palabras al número dos de Podemos, Iñigo Errejón, para valorar el debate, el discurso del acompañante de Pablo Iglesias pasó a un segundo plano cuando la mujer de Pedro Sánchez entró en escena. Acompañada de una amiga, y entre risas y abrazos, Begoña Gómez hizo el gesto de la victoria a la cámara bajo la mirada cómplice de su amiga.

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— Manuel Viejo (@LoloViejo) noviembre 30, 2015

«Un flechazo»

Hace una semanas, Pedro Sánchez visitaba la casa de Bertín Osborne para intentar mostrar una faceta desconocida para el electorado. El candidato socialista reconocía haber sido «un ligón» hasta que conoció a su mujer Begoña Gómez. «Yo le daba mucho al palique, no era tanto de bailar como de hablar», dijo Sánchez para proseguir con el relato fantoche sobre sus relaciones en Baleares. «En Mallorca hice mis pinitos con las extranjeras».

Hasta que cumplió los 31, Pedro Sánchez confesó «ser un bala» pero en ese momento se cruzó en su vida su mujer, Begoña: «No sabes la tabarra que le di. Tuve que empeñarme mucho, me lo puso muy difícil», ha admitido. Ahora, es su mejor asesora: «Hay una cosa de Begoña que me encanta, y es que no se dedica a la política. Es una profesional como la copa de un pino. ¡Pero me da mucha caña!»

"Fui MUY LIGÓN hasta que conocí a MI MUJER"

Bilbaína, de 40 años, Begoña Gómez, hizo sus primeras apariciones en los mítines que su marido hizo de federación en federación tratando de recibir apoyos para convertirse en secretario general del PSOE. Vasca y directora de una consultoría, se ha caracterizado por intentar de mantener la normalidad en su vida y manteniéndose en un segundo plano, aunque si lo que se juega es la presidencia del gobierno, igual la discrección puede quedar en un segundo plano.