Google: La «Feria del Clítoris» de As Pontes y otros errores garrafales

No es la primera vez que la compañía de Mountain View tienen que disculparse o rectificar por sus servicios. Búsquedas racistas, ubicaciones con nombres nazis o un primer ministro entre las diez personas más buscadas del mundo, entre los mayores «Epic Fails» del buscador


Redacción / La Voz

Hace apenas unos días, los vecinos de As Pontes se quedaban estupefactos al descubrir que una nueva celebración desconocida hasta el momento se había sumado a su calendario festivo: «La feria del clítoris». Y lo hacía adquiriendo inmediatamente fama mundial.

La razón no estaba en una ocurrencia de un iluminado, sino de las interpretaciones sui generis del traductor de Google, que declaraba, sin despeinarse, que «el clítoris es uno de los productos típicos de la cocina gallega» y que la feria que le hace honor en la localidad coruñesa «hace del clítoris uno de los productos estrella de la gastronomía local».

En realidad, a lo que se refería el buscador con esta indescriptible definición no era al cuerpo carnoso femenino, sino al «grelo», mucho más característico de la cocina gallega.

Un error, que ha hecho que la feria del grelo pontesa haya traspasado fronteras, que viene a demostrar lo que ya sabíamos: que al traductor de Google no se le puede hacer mucho caso. Y que Google no es tan infalible como pensábamos.

Pero no es la primera vez en que Google demuestra que también él puede protagonizar un «Epic Fail» en toda regla. Hagamos un repaso por esas veces en las que los de Mountain View han tenido que rectificar o pedir perdón por las lagunas de su vasta red de aplicaciones.

Los judíos controlan Hollywood

El buscador de Google puede presumir de darle a la gente lo más parecido a lo que está intentando encontrar, de acudir a las mejores y las más fiables fuentes. Pero no siempre es así.

Hace apenas unos meses, a un usuario estadounidense se le ocurrió buscar a través del motor de Google «¿Quién controla Hollywood?». La respuesta de Google era muy clara: «Los judíos». Y lo argumentaba con la información de un periódico sobre el tema, que ponía en cuestión que se le denominase «anti-semita» a todo aquel que mencionase el poder hebreo en la industria cinematográfica.

La respuesta no se hizo esperar. A Google se le acusó de un resultado antisemita y los responsables del buscador se vieron obligados a pedir disculpas.

Afroamericanos como gorilas

Hace unos meses, Google decidía lanzar una modificación de su aplicación Fotos, con una nueva función muy útil. Aparentemente.

El nuevo servicio etiquetaba las fotografías y las agrupaba bajo un mismo título. Todo muy cómodo. Hasta que una pareja aforamericana se tomó unas fotos, quiso comprobar todas las bondades de esta nueva funcionalidad y descubrió, para su desgracia, que había agrupado sus selfies dentro de la etiqueta «Gorilas».

Google solucionó el problema, pidió perdón inmediatamente y aseguró que se haría todo lo posible para solucionar errores como esos.

El rostro de Michelle Obama

La misma crítica se le hizo en su día a un resultado de búsqueda que afectaba, en este caso, a la primera dama estadounidense, Michelle Obama.

Al buscar su nombre en el campo de imágenes de Google, el primer resultado no era el esperado. En su lugar aparecía un montaje en el que la esposa de Barack Obama aparecía con cara de chimpancé.

En un principio, Google se defendió y dijo que, aunque mucha gente lo considerase ofensivo, no estaba en su política quitar un resultado de búsqueda solo porque no gustase.

Sin embargo, finalmente la fotografía desapareció de las búsquedas, aparentemente porque la autora del montaje decidió retirarla de su blog.

La casa del negrata

Los episodios racistas (y relacionados con los Obama) no solo afectan al propio buscador de Google, sino también a Google Maps. Varios usuarios detectaron que, cuando efectuaban la búsqueda «la casa del negrata» («nigga house», en inglés), el servicio de mapas de los de Mountain View no tardaba ni un instante en darles un resultado, pero no era algo de buen gusto.

En pantalla aparecía, directamente, la Casa Blanca, residencia oficial de Barack Obama, el primer presidente negro de los Estados Unidos.

Google también tuvo que pedir perdón y se dio cuenta de que tenía una necesidad imperiosa de controlar el poder del usuario en la aplicación de mapas.

Jugando en un campo de concentración

A Google le encanta darles a sus usuarios el control. Y eso es lo que, en la mayoría de las ocasiones, le provoca más quebraderos de cabeza. Uno de los problemas vino cuando el buscador decidió hacer un juego para smartphones, llamado Ingress, en el que los usuarios podían participar en una aventura compartida con otros jugadores en lugares reales.

Los participantes podían incluir, entre los portales virtuales necesarios para transportarse, cualquier lugar real con importancia histórica. Y a algún listillo se le ocurrió que esas ubicaciones estarían en los campos de concentración de Auschwitz, Dachau y Sachsenhausen. La reacción en Alemania no se hizo esperar.

Y Google se vio obligado, una vez más, a pedir perdón. Se disculpaba diciendo que esos lugares se habían añadido porque sí tenían un «valor histórico significativo», pero entendían que tendrían que haber hecho una excepción en esos casos.

La plaza Adolf Hitler

No era el primer problema que tenía Google con Alemania. A finales del año 2014, Google tenía que pedir perdón después de que un usuario descubriera que la plaza berlinesa Theodor Heuss, por el primer presidente alemán tras la Segunda Guerra Mundial, tenía un nombre diferente en la aplicación de mapas: Plaza Adolf Hitler.

La acepción no fue al azar, sino que durante la época nazi ese lugar había tenido ese nombre. Rápidamente, las autoridades y los medios de comunicación urgieron a Google a cambiarlo inmediatamente. Y el buscador así lo hizo.

Android orina sobre Apple

La ciudad pakistaní de Rawalpindi tuvo, durante unos días, una zona verde con una forma muy particular: la del símbolo de Android orinando sobre la manzana de Apple. Al menos así era si se buscaba en Google Maps con la vista Mapa (la que muestra carreteras y masas de agua de forma esquemática).

Por supuesto, la ciudad carecía de ese extraño parque, pero ese homenaje tecnológico al Manneken Pis belga, hecho por la gamberrada de un usuario, duró unos días, hasta que Google se dio cuenta y lo borró. Por supuesto, pidió perdón por la broma de mal gusto hacia la competencia.

Las traducciones de la palabra gay

Google, además de a los afroamericanos y a los judíos, también les ha tenido que pedir perdón a otros colectivos, como el homosexual.

En este caso, el problema también era el polémico e impreciso traductor de Google. Al buscar la palabra «gay» y traducirla a lenguajes como el francés, español o portugués, el diccionario incluía algunas acepciones peyorativas, como «reina», «marica», «maricón» o «sodomita».

El primer ministro de la India, entre los 10 más buscados

Un usuario del buscador tenía curiosidad por saber quiénes eran los diez criminales más buscados del mundo. Así que acudió al omnisciente Google y, al acudir a las imágenes, descubrió que, en segundo lugar se había colado el primer ministro de la India, Narendra Modi que, que se sepa, no tiene problemas con la justicia internacional.

Los de Mountain View, por supuesto, no tardaron en pedir perdón y aclarar que no había ningún problema con Modi.

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