¿Y si en Glastonbury hubiese un escenario solo para hombres?
El festival británico incluirá en su edición de este año un espacio en el que solo podrán entrar, actuar y trabajar mujeres. La polémica está servida
Mujeres sí. Hombres no. Glastonbury ha decidido contar en su edición de este año, que se celebrará del 22 al 26 de junio, con un espacio exclusivamente femenino. El escenario, denominado The Sisterhood, solo admitirá a público, artistas y trabajadoras «que se acrediten» como mujeres, lo que significa que también las transgénero podrán cruzar al territorio limitado, «un lugar -explican desde la organización- revolucionario, interseccional, inclusivo para lo queer, lo trans y la discapacidad». La medida ha generado por igual beneplácitos y crispación. Sus defensores comulgan con la postura del festival, que entiende que en un mundo que sigue beneficiando a los hombres son necesarios espacios exclusivos para mujeres. Sus detractores consideran, en cambio, que en lugar de dar visibilidad a la mitad femenina de la población, lo único que hace la segregación es dividir.
El reservado no solo acogerá actuaciones; también talleres sobre diversidad, inclusión y creación DIY, un foro para mujeres negras y otras actividades encaminadas a reclamar espacios de seguridad y confort. «La opresión a las mujeres continúa en sus diversas manifestaciones en todo el mundo, en diferentes contextos culturales -explicaron desde Glastonbury al portal NME-. En el Reino Unido, la brecha salarial de género, los recortes en los servicios de violencia machista y los derechos de los trabajadores sexuales son temas de conversación actuales que subrayan esto. The Sisterhood busca proporcionar un espacio secreto para las mujeres para conectar, establecer redes, compartir sus historias, divertirse y conocer la mejor manera de apoyarse las unas a las otras en nuestra lucha mundial para acabar con la opresión hacia las mujeres y todas las personas marginadas, mientras mostramos el mejor y más audaz talento femenino en el Reino Unido y más allá».
El escenario acotado también ha recibido un sólido respaldo de las voces femeninas del gremio musical, tanto artistas como profesionales del sector, cansadas de ver cómo solistas masculinos y bandas integradas por hombres lideran siempre todos los carteles. Pero no es pionero en su ocurrencia Glastonbury. El Electric Forest, en Michigan, reserva para las chicas el HerForest, que cuenta incluso con un camping en el que no se permiten hombres. También el Shambhala, en Canadá, restringe su superficie. En este caso, responde a los graves problemas de seguridad a los que se enfrentan las mujeres en los festivales de música.