Serena Williams, la última famosa retocada fotográficamente

La cintura de la tenista quedó reducida a un nivel en el que casi le sería imposible caminar y provocó una oleada de críticas de sus seguidores


El retoque fotográfico ha jugado de nuevo una mala pasada a una famosa. En este caso, le ha tocado a la tenista Serena Williams. La fotografía que aparecía hace poco en la revista People mostraba una silueta imposible para la tenista. Gracias al Photoshop, la imagen que salió publicada redujo considerablemente la cintura de Serena Williams, mostrando el talle de la deportista tan desproporcionado que hasta parece poco posible que pudiese a caminar o mantenerse en pie.

Hace unos días, la propia Serena Williams colgó la imagen en Instagram, lo que enfureció a la mayoría de sus fans, que le reprocharon que publicase una imagen irreal y tan retocada de su figura. Tras las críticas, pasado un tiempo, la tenista subió la foto sin retocar.

La tenista Serena Williams, número uno del tenis mundial femenino, es la imagen del mes de abril
La tenista Serena Williams, número uno del tenis mundial femenino, es la imagen del mes de abril

Que Serena Williams presuma de Photoshop sorprende aún más si cabe tras su aparición en el Calendario Pirelli el año 2016. El mes de abril aparece encarnado por una robusta Serena Williams de espaldas y en ropa interior. La nueva edición del almanaque, reniega del desnudo explítico, del látex, las transparencias y los cuerpos monumentales. Annie Leibovitz, responsable de esta 43º tirada, firma un original calendario protagonizado por mujeres poderosas. Mujeres perspicaces, inteligentes y reales. Con curvas y arrugas. Rompiendo estereotipos.

El caso de Serena Williams es el último en sumarse a una larga lista de famosas que han sido retocadas en los últimos tiempos. En el caso de España, los retoques fotográficos al cuerpo de Blanca Suárez para la campaña de Women's Secret provocaron controversia.

Los retoques consistían en marcar los abdominales, realzar un poco el pecho y recortar el contorno de la cadera para eliminar cualquier posible curva. Pero aún sorprendió aún más la reacción de la actriz.

«Sí; esta mañana nada más levantarme también me photoshopearon», ironizaba Blanca en Instagram. En la imagen -sin, al parecer, ningún tipo de filtro ni alteración digital-, la actriz salta en ropa interior sobre una cama. Acompañaba la instantánea con tres mensajes más en forma de etiqueta: «Venga, anda ya, por favor», «No soy Hulk, pero me lo he currado» y «Aquí nadie niega que lo haya, pero no en los lugares donde se afirma que lo hay».

Así Blanca Suárez acababa reconociendo, tras ironizar sobre el tema, la evidente magia del Photoshop en las fotografías oficiales del anuncio. La reacción no hizo más que constatar que, aunque solo fuese un poco, la proyección pública que alcanzó el asunto y la reacción de algunos internautas no le hizo ni pizca de gracia a la actriz, que, en lugar de verlo como un reproche a la tiranía de la publicidad, como una crítica a las marcas que promueven una belleza irreal, se lo tomó como un asunto personal.

Estos dos nuevos escándalos de retoque fotográfico avivan de nuevo el debate sobre la imagen alejada de la realidad que intentan vender algunas marcas que abusan del Photoshop. Pero también las presiones de la sociedad a actrices, modelos, cantantes y presentadoras, en la mayoría de las ocasiones mujeres, para ofrecer una imagen perfecta. 

Inma Cuesta y Michelle Jenner han sido las últimas en España en mostrar su rechazo a este tipo de prácticas. Otras de Estados Unidos como Lena Dunham o Kerry Washington también lo han denunciado. 

Inma Cuesta, contra el Photoshop

«Verte y no reconocerte, descubrir que tu imagen está en manos de personas que tienen un sentido de la belleza absolutamente irreal». Así de rotundo arrancaba el comentario publicado por la actriz Inma Cuesta en su cuenta de Instagram en octubre del 2015, en el que criticaba el exceso de Photoshop que ha sufrido una de las fotografías de una sesión tomada para un periódico y que se publicó durante ese fin de semana. La actriz publicaba en las redes una doble imagen, con el antes y el después de la fotografía, en la que se apreciaba, por ejemplo, una clara diferencia en el volumen de la cadera y en el del brazo. «No es la primera vez que pasa, pero esto sobrepasa los límites de la realidad y me avergüenza», aseguraba la actriz.

La protagonista de La voz dormida aclaraba que el retoque le «indigna como mujer» y le «hace reflexionar muy seriamente hacía dónde vamos». En una de las fotografías explicaba que se apreciaba cómo es ella, «sin trampa ni cartón», mientras que describía a la imagen retocada de «invención, eso que se supone que debería ser... los 'cánones' de belleza que 'deberíamos' seguir». «No me acompleja», concluía.

Desde el momento en el que publicó su queja, Inma Cuesta recibió una oleada de apoyos de distintos compañeros, algunos de los cuales aclaran que a ellos también les sucedió algo similar, aunque no siempre hayan denunciado estos retoques: 

Tras la polémica suscitada Inma Cuesta defendía la necesidad de «reflexionar sobre la imagen y la responsabilidad de cada uno en su trabajo». «No estoy en contra de nadie, no es algo que solo ha ocurrido esta vez, ha ocurrido ya unas cuantas veces ysentí que era ya demasiado bestia como para no decirlo, porque si no dices nada parece que lo consientes», declaraba la actriz.

Michelle Jenner defiende a la mujer imperfecta

La actriz Michelle Jenner le declaraba hace unos meses la guerra a los estereotipos. A los femeninos. A esos que sostienen que la mujer solo es bella si es perfecta. A los que apartan lo natural. Y lo hacía a través de una publicación en su cuenta de Instagram a la que acompañaba con una sublime ilustración de la genial Maitena. 

Cargada de ironía, Jenner reflexionaba los estereotipos tan asentados en su profesión. Cargada de sinceridad y con aparente cansancio ante lo que parece su día a día, Jenner iniciaba su texto con lo que parece ser el inicio de cualquier jornada femenina. «Mujer. Imperfecta. Toca hacer fotos... ¡Hay que prepararse!», comenzaba, un relato en el que va desgranando todas y cada una de las exigencias: «Depílate. Eres imperfecta. Todos esos pelos no deberían estar allí. En la cabeza sí, nunca tendrás suficiente».

Mujer. Imperfecta.  Toca hacer fotos.. ¡Hay que prepararse!  Depílate. Eres imperfecta. Todos esos pelos no deberían estar allí. En la cabeza sí, nunca tendrás suficiente (menos @nurigago ?) Hoy tocan fotos. Tu compañero está listo en dos minutos. Él es un hombre, no necesita todo eso, es guapo tal y como es. ¿Tú? Puede que en hora y media estés presentable. Ya sabes, eres mujer, imperfecta. Tapa la ojera, unifica la piel, oculta ese vergonzoso grano, ¡ay esa arruga!, pinta la ceja, pon más pestañas en las pestañas, rízalas con un instrumento de tortura, más eye-liner para marcar el ojo, colorete, boca perfecta, iluminador en las zonas estratégicas, rimmel como si no hubiera un mañana. El pelo, tan lacio y tan sin gracia.. Más volumen, más bucles, más extensiones, más más.  Ahora sí, ya te ves un poco mejor. Porque lo necesitas, porque lo quieres. Porque te sientes imperfecta. La ropa. ¡Qué pecho tan pequeño! ¿Eso es celulitis? Algo que sea sexy, femenino, sofisticado, y por supuesto lo más incómodo posible. No importa si hace frío. Y tacón, que eres bajita y hay que estilizar. Da igual si estás a punto de caerte o te sangran los pies. Eres mujer, imperfecta.  Ahora sonríe, natural.  Ahora mira esa revista: "Nos gustan las mujeres reales", pero esa no, que tiene celulitis y es horrible. Aquella tampoco, ¡has visto qué dedos de los pies!, y esa de ahí tiene el culo un poco caído. Cómo puede ser que no le dé vergüenza salir así. Pero, eh, nos gustan las mujeres reales. Quiérete tal y como eres. Pero no tengas ojeras, ni arrugas, ni pelos donde no toca, ni grasa, ni tetas pequeñas, ni muchos años (si los tienes que no lo parezca), ni un culo muy grande ni muy pequeño, ni uñas mordidas, ni, ya puestos, demasiadas ideas. Pero quiérete.  Y mañana trabajas y te levantarás hora y media antes por voluntad propia porque tienes que depilarte, maquillarte, peinarte, vestirte. Porque así te ves bien, y guapa, y femenina. Porque tú lo quieres. Porque si no lo haces te sientes desnuda, rara, fea, mal. Porque así te sentirás un rato como se supone que deberías ser.  Porque no sabes ni por qué ni cómo pero lo llevas grabado hasta el tuétano. Porque eres mujer. Imperfecta

Una foto publicada por Michelle Jenner (@michellejoyjenner) el

«Hoy tocan fotos», continuaba, para después relatar las facilidades con las que cuentan sus compañeros del sexo masculino: «Tu compañero está listo en dos minutos. Él es un hombre, no necesita todo eso, es guapo tal y como es. ¿Tú? Puede que en hora y media estés presentable. Ya sabes, eres mujer, imperfecta.Tapa la ojera, unifica la piel, oculta ese vergonzoso grano, ¡ay esa arruga!, pinta la ceja, pon más pestañas en las pestañas, rízalas con un instrumento de tortura, más eye-liner para marcar el ojo, colorete, boca perfecta, iluminador en las zonas estratégicas, rimmel como si no hubiera un mañana».

Pasado todo ese proceso de tortura, según Jenner le tocaba el turno al pelo «tan lacio y tan sin gracia...». ¿La solución? Más volumen, más bucles, más extensiones... más más. «Ahora sí, ya te ves un poco mejor. Porque lo necesitas, porque lo quieres. Porque te sientes imperfecta», añadía la conocida intérprete española.

Pero esto no es todo lo que le espera a una actriz -y a otras tantas mujeres- en una de sus jornadas de trabajo. La ropa se torna otro dolor de cabeza: «¡Qué pecho tan pequeño! ¿Eso es celulitis? Algo que sea sexy, femenino, sofisticado, y por supuesto lo más incómodo posible. No importa si hace frío. Y tacón, que eres bajita y hay que estilizar. Da igual si estás a punto de caerte o te sangran los pies.Eres mujer, imperfecta». Eso sí, lo de la sonrisa, según Jenner, sí que se tiene que ver natural.

«Ahora mira esa revista: 'Nos gustan las mujeres reales', pero esa no, que tiene celulitis y es horrible. Aquella tampoco, ¡has visto qué dedos de los pies!, y esa de ahí tiene el culo un poco caído. Cómo puede ser que no le dé vergüenza salir así. Pero, eh, nos gustan las mujeres reales. Quiérete tal y como eres. Pero no tengas ojeras, ni arrugas, ni pelos donde no toca, ni grasa, ni tetas pequeñas, ni muchos años (si los tienes que no lo parezca), ni un culo muy grande ni muy pequeño, ni uñas mordidas, ni, ya puestos, demasiadas ideas. Pero quiérete», seguía el escrito de Jenner, que criticaba las duras mañanas en que muchas mujeres se deben levantar hora y media antes de ir al trabajo por «voluntad propia» para depilarse, maquillarse y vestirse: «Porque así te ves bien, y guapa, y femenina. porque tú lo quieres. Porque si no lo haces te siendes desnuda, rara, fea, mal. Porque así te sentirás un rato como se supone que deberías ser. Porque no sabes ni por qué ni cómo pero lo llevas grabado hasta el tuétano. Porque eres mujer. Imperfecta».

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