Las mochileras asesinadas brutalmente en Ecuador eran dos pero «viajaban solas»

Las mujeres alzan la voz en las redes sociales para denunciar el machismo y la violencia de género


A. A.

Es una pena que la indignación no sea suficiente para combatir la violencia de género. Y es una pena porque cada vez que uno o varios hombres asesinan a una o varias mujeres, las redes sociales se incendian y condenan masivamente el machismo. ¿Pero qué pasa después? Pues que consciente o inconscientemente seguimos fomentando actitudes micromachistas con frases como: «Pero, ¿iba sola, verdad?». «Pobre, pero es que como se le ocurre discutir con su marido». «No es que justifique un crimen, pero una mujer no puede ir por la calle vestida de esa manera».

Marina Menegazzo y María José Coni, las mochileras argentinas asesinadas en Ecuador, eran dos pero viajaban solas. Y tristemente ese fue el argumento que se utilizó en algunos medios para intentar explicar el terrible crimen. Mariana Sidoti, estudiante de periodismo en Argentina, denunció en Facebook que se utilizara esa línea argumental.

Las mochileras asesinadas en Ecuador, para los medios masivos de comunicación, "viajaban solas". Eran dos mujeres,...

Posted by Mariana Sidoti on lunes, 29 de febrero de 2016

Y tiene razón, no estaban solas porque eran dos. Según la versión de los asesinos Marina y María José se quedaron sin dinero e hicieron autostop, así fue como se toparon con sus agresores. Pero los amigos de las jóvenes desmienten esa posibilidad. Lamentablemente las víctimas ya están muertas y no podrán dar su versión.

Sin embargo, la paraguaya Guadalupe Acosta decidió darles voz a través de un conmovedor post que se ha compartido de forma masiva en las redes sociales y que lleva por título «Ayer me mataron»:

Ayer me mataron.Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron...

Posted by Guadalupe Acosta on martes, 1 de marzo de 2016

«No existirán bolsas suficientes para callarnos a todas»

«Ayer me mataron. Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada. Cual desperdicio me metieron a una bolsa de polietileno negro, enrollada con cinta de embalar y fui arrojada a una playa, donde horas más tarde me encontraron. Pero peor que la muerte, fue la humillación que vino después. Desde el momento que tuvieron mi cuerpo inerte nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida. No, más bien empezaron a hacerme preguntas inútiles. A mí, ¿Se imaginan? una muerta, que no puede hablar, que no puede defenderse.

¿Qué ropa tenías?¿Por qué andabas sola? ¿Cómo una mujer va a viajar sin compañía? Te metiste en un barrio peligroso, ¿Qué esperabas? Cuestionaron a mis padres, por darme alas, por dejar que sea independiente, como cualquier ser humano. Les dijeron que seguro andábamos drogadas y lo buscamos, que algo hicimos, que ellos deberían habernos tenido vigiladas.

Y solo muerta entendí que no, que para el mundo yo no soy igual a un hombre. Que morir fue mi culpa, que siempre va a ser. Mientras que si el titular rezaba fueron muertos dos jóvenes viajeros la gente estaría comentando sus condolencias y con su falso e hipócrita discurso de doble moral pedirían pena mayor para los asesinos. Pero al ser mujer, se minimiza. Se vuelve menos grave, porque claro, yo me lo busqué. Haciendo lo que yo quería encontré mi merecido por no ser sumisa, por no querer quedarme en mi casa, por invertir mi propio dinero en mis sueños. Por eso y mucho más, me condenaron.

Y me apené, porque yo ya no estoy acá. Pero vos si estás. Y sos mujer. Y tenés que bancarte que te sigan restregando el mismo discurso de "hacerte respetar", de que es tu culpa que te griten que te quieran tocar/lamer/ chupar tus genitales en la calle por llevar un short con 40 grados de calor, de que vos si viajas sola sos una "loca" y muy seguramente si te paso algo, si pisotearon tus derechos, vos te lo buscaste.

Te pido que por mí y por todas las mujeres a quienes nos callaron, nos silenciaron, nos cagaron la vida y los sueños, levantes la voz. Vamos a pelear, yo a tu lado, en espíritu, y te prometo que un día vamos a ser tantas, que no existirán la cantidad de bolsas suficientes para callarnos a todas».

Las mataron a golpes

A Marina Menegazzo y María José Coni las mataron en Ecuador mientras estaban de vacaciones. Las dos veinteañeras de nacionalidad argentina fueron asesinadas a golpes. Desaparecieron el 22 de febrero en la playa de Montañita y sus cuerpos aparecieron seis días después envueltos en bolsas de plástico.

Los asesinos confesos ya están detenidos pero el crimen no se ha podido aclarar. Los familiares y amigos de las jóvenes veinteañeras han denunciado públicamente las incongruencias de la investigación mientras que las autoridades ecuatorianas parecen tener mucha prisa en meter en prisión a los asesinos para dar por cerrado el caso. Los padres de Marina Menegazzo han asegurado a la prensa que su hija y su amiga «no irían a casa de nacie que no conocieran», una versión muy distinta a la de la supuesta declaración de uno de los agresores que asegura que las jóvenes fueron voluntariamente a su casa porque no tenían dinero para pagar un hotel.  

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Las mochileras asesinadas brutalmente en Ecuador eran dos pero «viajaban solas»