Las razones por las que el portavoz de Podemos en el Senado rechaza ir al palco del Bernabéu

Ramón Espinar se declara «hincha» del equipo, pero pide a Florentino Pérez que no vuelva a invitarlo. La zona noble del estadio sigue generando debate tras copar importantes cuotas de protagonismo en campaña

Redacción

Ramón Espinar, portavoz de Podemos en el Senado, declinó la invitación de Florentino Pérez y el resto de la junta directiva del Real Madrid para acudir al Palco de Honor del Santiago Bernabéu para el partido que la semana pasada enfrentó al equipo local contra el Espanyol. Espinar, que se declara un «hincha» del equipo de Chamartín «desde que tengo memoria», cree que debe rechazar el convite para «combatir los privilegios de la clase política, uno de los motores que me impulsan a participar en Podemos», justifica. Además, el miembro de la Cámara Alta, hace saber a través de una carta enviada a las oficinas del club que ha hecho pública esta mañana a través de las redes sociales, que «cuando asista al Bernabéu para animar a mi equipo lo haré pagando en taquilla como cualquier otro ciudadano», rogando a la directiva que se ahorren enviarle invitaciones en el futuro, «puesto que las voy a declinar todas», concluye.

El palco del Bernabéu no es cualquier lugar. La zona más noble del estadio se convirtió, durante la campaña, y también durante la precampaña de las pasadas elecciones del 20 de diciembre, en una de los temas más recurrentes de los por entonces candidatos de Podemos. En cualquier entrevista, tertulia o mitin, los representantes de la formación morada, desde los soldados más rasos hasta el secretario general, señalaron hacia el palco del Madrid como una de las zonas más corruptas y sucias del país. El propio Pablo Iglesias lo calificó en una visita a los estudios de la COPE «como un nido de corrupción y chanchullos», motivo por el que trataría de no pisarlo en el caso de que saliese elegido presidente. El secretario general de Podemos no tardó en sacar pecho este jueves del comportamiento de sus subordinados: «Orgulloso de la dignidad de nuestros parlamentarios», publicó en Twitter en un mensaje en el que adjuntaba la carta de Espinar.

Pablo Iglesias, sin embargo, no pudo hacer lo mismo hace un par de meses con Manuela Carmena. La alcaldesa de la capital española, de la formación Ahora Madrid, la candidatura de unidad popular con la que acudió a las municipales Podemos, concedió una entrevista al Financial Times al poco de obtener el bastón de mando. En ella, garantizaba que no aceptaría invitaciones para acudir al Bernabéu: «El Real Madrid no nos ha invitado (al estadio), pero si lo hace, no iremos». Tan solo cuatro meses después de la publicación de esa entrevista, la regidora tuvo que tragarse un pequeño sapo. En un partido de Liga de Campeones frente al PSG, Carmena acabó en el palco del estadio, sentada a la derecha de Florentina Pérez y a un par de asientos de distancia del rey Juan Carlos. En aquella ocasión, la alcaldesa de Madrid hizo de anfitriona de la socialista Anne Hidalgo, su homóloga de la capital francesa y aficionada del equipo del jeque catarí Tamim Al Thani.

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