Sara Carbonero, de adorada a increpada

Los portugueses pagan con la reportera su enfado con Casillas, poco hábil últimamente sobre el césped. «¿Quién te creíste que eres, la nueva Victoria Beckham?», le gritaron hace unos días en plena calle


Iker Casillas atraviesa en Oporto sus horas más bajas como futbolista. Los goles que no consigue frenar le atormentan. Y ser el nuevo de la clase no ayuda. Llegó a la ciudad portuguesa el pasado julio, acompañado de Sara y su pequeño Martín. La familia unida decidió salir del entorno tóxico que en la capital española asfixiaba al de Móstoles, poner tierra de por medio y empezar de nuevo a orillas del Duero. El país vecino los acogió con esperanza e ilusión, con expectación y curiosidad, pero sobre todo con los cinco sentidos puestos en las grandes manos del guardameta. Casillas y Carbonero se adueñaron de las portadas de las revistas y las cabeceras de los informativos.

La periodista, que dejó temporalmente su trabajo en Telecinco, relató a través de su blog y sus redes sociales un proceso de aclimatación lento y entrañable. Se quedó embarazada de nuevo. Eran la pareja de moda en la ciudad de moda. Los portugueses los paraban por la calle, interrumpían sus paseos y sus cenas para fotogafiarse con ellos. Y, entonces, Iker comenzó a patinar. Regresaron los fantasmas del club merengue y su desafortunada actuación durante el encuentro con el Vitoria Guimaraes colmó el vaso. 

A él, el diario con más tirada de Oporto le gritó «Manos de mantequilla». A ella, por contagio, los portugueses comenzaron a increparle por la calle. «¿Quién te creíste que eres, la nueva Victoria Beckham?», le espetaron unos aficionados, según ABC, mientras realizaba unas compras en la ciudad. «Vaya malo que es tu marido», le dijeron a continuación. Carbonero, estupefacta ante tal respuesta -siempre se ha mostrado asombrada y agradecida por lo cómoda que se siente en Portugal- optó por seguir con lo suyo y no entrar al trapo de las provocaciones. 

Votación
0 votos
Comentarios

Sara Carbonero, de adorada a increpada