Polémica por las Look Thep, muñecas poseídas con espíritus benignos

Aumenta en Tailandia la fiebre por los juguetes que protegen a sus dueños con la condición de que los traten como si tuviera vida propia 


¿Recuerdas a Chucky, el muñeco diabólico? Pues la última moda entre los tailandeses son unos muñecos muy similares: las Look Thep Dolls o ángeles infantiles.

Estos juguetes con características «sobrenaturales» están causando sensación en Tailandia. Los más supersticiosos les atribuyen poderes mágicos y aseguran que están poseídas con el espíritu de un niño, por lo que las alimentan, las pasean en cochecitos y se las llevan de vacaciones. Sí, de vacaciones.

La obsesión por los escalofriantes muñecos ha sido tal que la aerolínea low cost Thai Smile, filial de Thai Airways, vio una oportunidad de negocio y empezó a comercializar billetes de avión para que los Look Thep pudieran viajar con las mismas consideraciones que el resto de pasajeros: con su propio asiento y con derecho a bebidas y aperitivos.

Sin embargo, ante el temor de que los muñecos pudieran utilizarse para ocultar droga, la Autoridad de Aviación Civil de Tailandia anunció la semana pasada  la prohibición de vender billetes de avión a los muñecos. A partir de ahora, estos juguetes serán catalogados como equipaje y no como pasajeros.

Un juguete de 700 euros

«Puedo ver en sus ojos los ojos de otras personas», asegura a la edición digital de la NBC uno de los propietarios de los populares muñecos.

Se trata de juguetes de plástico con tamaños similares a un bebé real cuyo precio en el mercado oscila entre los 40 y los 800 dólares.

«Desde que la tengo mi vida ha cambiado para bien, cuando la abrazo sé que eso es amor y le digo que la quiero todo el tiempo»,confiesa otra de las orgullosas propietarias de una Look Thep.

Se «alimentan» con almas de niños

Aunque no se conoce con exactitud el origen de las Look Thep, varios medios tailandeses atribuyen su autoría a una mujer llamada Mananya Boonmee que asegura comunicarse con el dios hindú Parvati. La mujer dice que ante la incapacidad de controlar a su hijo se le ocurrió crear diseñar un muñeco similar a él pero con su propia alma.

Boonmee, conocida también como Mama Ning, explica que una vez fabricada la muñeca ella le otorga un alma mediante un conjuro de magia blanca para que protejan a sus dueños con la condición de que los cuiden como si tuviera vida propia. El cuerpo de los muñecos está relleno con semillas que representan la escencia de la vida.

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