El traductor de Google es machista

Tras confundir los grelos con el clítoris, la herramienta vuelve a meter la pata con otra polémica traducción 


Para Google, el mismo que entiende que la tradicional feria de As Pontes es del clítoris y no del grelo, la mujer es la que teme y el hombre es el temido. Si el usuario tecleaba (el error ya está corregido) en su traductor la frase en inglés «man that you fear», la herramienta le devolvía el siguiente y correcto resultado en español: «hombre al que temes». Pero si en lugar de «man», escribía «woman» (mujer), la respuesta era completamente distinta. «Woman that you fear». «Mujer que teme». El sujeto cambiaba totalmente el significado de la frase.

Pero este no es el único ramalazo machista del servicio interpretativo del gigante de Internet. Agárrense. Si alguien quisiese conocer el significado de la sentencia «men are men and men have to clean», Google le hubiese iluminado (también está solucionado) explicándole que «los hombres son hombres y las mujeres tienen que limpiar», cuando, en realidad, lo que dice literalmente la oración es que «los hombres son hombres y los hombres deben limpiar».

Este tipo de patinazos en el servicio de traducción automática resultan ya, por habituales, poco sorprendentes. Hace unos días, otro controvertido resultado incomodó a las fans de Justin Bieber, que se sintieron aludidas cuando alguien, que intentaba saber cómo se dice «idiota» en francés, descubrió que la respuesta del servicio se parecía sospechosamente al nombre del ídolo adolescente: Justin Bibert. Hay ejemplos para dar y regalar. En el 2012, Google Translate se despistó y confundió a Manuel Fraga con Abraham Lincoln. Un poco antes, le había jugado una mala pasada a Nadal al entender la expresión francesa o inglesa de «vamos Rafa» como «Roger Federer» en español y hace unos meses, un usuario estadounidense que quiso saber «Quién controla Hollywood» se topó con una respuesta más que clara: «Los judíos».

El escándalo ha salpicado también a otros servicios del gigante de la Red, como su aplicación de fotos o su herramienta cartográfica. Una de las últimas actualizaciones de la primera etiquetaba las imágenes y las agrupaba en una carpeta bajo un mismo título. Hasta ahí todo perfecto. Pero un día Google archivó las instantáneas de una pareja afroamericana bajo la etiqueta «Gorilas». El caso de los mapas fue bastante sonado. Si uno tecleaba en Google Maps «la casa del negrata» («nigga house», en inglés), el servicio le dirigía directamente a la Casa Blanca, residencia oficial de Barack Obama, primer presidente negro de los Estados Unidos.

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