«Gran Hermano 17»: Álvaro, expulsado de la casa

Una petición de Change.org reunió más de 149.000 firmas para que echasen al arquitecto sevillano del concurso tras asegurar que «si un perro no quiere salir, le pones la correa y le acabas partiendo el cuello de la fuerza»


Redacción

Justo una semana después de que arrancase Gran Hermano 17, Álvaro prendió la mecha. La primera polémica de esta edición poco tuvo que ver con el cambio de presentador -esa batalla ya se libra de puertas a fuera- y mucho con una petición de expulsión disciplinaria. Más de 149.000 personas firmaron una solicitud en Change.org para que el arquitecto sevillano abandonase la casa de Guadalix por sus lindeces verbales, algunas tachadas incluso de apología de abandono u omisión ante una animal accidentado, concretamente un galgo. Fue el primer tropezón del polémico concursante, pero no el único. Este jueves, la dirección del programa le invitó a abandonar la casa nada más empezar la gala. 

Durante una conversación con Carla, en la que más compañeros de Gran Hermano 17 estaban presentes, Álvaro le preguntó que, si en el caso de atropellar un galgo sentiría más pena por el animal o por su coche. Y cuando la madrileña le respondió que obviamente sentiría pena por el animal, el hipster de palo de esta edición le espetó: «¿A ti te preocupa el puto perro? [...] Si yo atropello a un galgo, me bajo del coche para ver qué me ha hecho. ¡Qué le den por culo al animal! ¡Qué se muera!».

No fue la única barbaridad que el joven arquitecto de Gran Hermano 17 le dedicó a las cámaras. Pocas horas después de su resbalón, Álvaro volvía a la carga para demostrar una vez más su poco amor por los animales. Sentado en el sillón del salón con su gran amigo Pol, comenzó a, entre risas, soltar una frase que no ha pasado inadvertida en las redes. «Si un perro no quiere salir, le pones la correa y le acabas partiendo el cuello de la fuerza», aseguró, para después añadir: «Vives en un piso de un dormitorio y el perro es demasiado grande, acabas echándolo, lo tiras por la ventana...».

Su discurso antianimalista no pasó inadvertido, por eso los espectadores no dudaron en pedir su expulsión, tanto desde las redes sociales como a través de la plataforma ciudadana. La solicitud se puso en marcha el pasado jueves, día de emisión de la segunda gala, y tan solo veinticuatro horas después ya había cosechado más de 30.000 firmas, una cifra que creció en pocas horas más hasta las más de 80.000 que ya consiguió el sábado. Y es que la actitud de este controvertido personaje no hace más que alimentar la antipatía de los seguidores. La última: pasearse por toda la casa de Gran Hermano 17 con un pájaro muerto. Parece que no ha encontrado nada mejor que hacer que molestar a sus compañeros lanzándoles el animal sin vida. Una vez harto de la broma, lo ha arrojado al tejado.

El historial de Álvaro no incluye solamente perlas relacionadas con el mundo animal. Sus comentarios machistas en la casa pronto se convirtieron en algo habitual. Empezó a referirse a las mujeres como «hembras» para, a continuación, plantearle una cuestión cuando menos sorprendente a su compañero Pol. «¿Alguna vez has abandonado a alguna hembra?», le preguntó. El catalán no termina de entender lo que le quiere decir Álvaro y le pide que se explique. «Que hayas quedado con ella, hayas hecho el amor en un descampado y luego la hayas dejado tirada en el descampado», le aclara el sevillano. Inmediatamente se da cuenta de la gravedad de su comentario y, en ese momento, trata de recular, diciendo que hacer algo así sería inhumano. Pero ahí lo deja.

El carácter y la forma de ser y pensar de Álvaro queda retratada con otras frases, como cuando se refiere a Adara, una de sus compañeras en la casa de Gran Hermano 17: «Yo a ella la tengo 'súper catá'. A mí no me va a conquistar. Yo sé que está pa cogérsela, pero ya está... A correr».

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